Así lo indicó Bal en rueda de prensa tras la reunión de la Ejecutiva Permanente, donde destacó que el debate de la Comunidad de Madrid es si Gobierno autonómico está Ciudadanos o Vox, y por ello quiere que los madrileños conozcan sus propuestas y las de Monasterio.

En este sentido, destacó que, con la “posición” que tiene la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, “existe” la posibilidad de que Monasterio “entre” en ese Gobierno, algo que, a su juicio, sería “malo” para los madrileños. Por ello, señaló que es “mucho más sensato” que continúe el Gobierno de coalición entre PP y Cs de los últimos dos años.

Asimismo, señaló que le gustaría debatir con el resto de los candidatos, pero lamentó que ya han expresado su idea de que “no merece la pena debatir”. A pesar de ello, interpeló al resto de candidatos a que se vuelvan a sentar, y apuntó que, “si nadie quiere” se sentará con Monasterio porque la decisión de estas elecciones será quién es “decisivo”, Vox o Ciudadanos.

En este sentido, Bal se mostró “muy preocupado” por el debate electoral en la Ser en el que el candidato de Unidas Podemos a estos comicios, Pablo Iglesias, se marchó tras un conflicto con Monasterio por la carta amenazante con balas, y luego se marcharon los cabezas de lista del PSOE y Más Madrid, Ángel Gabilondo y Mónica García, respectivamente.

AMENAZAS Y DEMOCRACIA

Bal apuntó que se “debe” desarrollar una campaña electoral con normalidad y no se puede “sucumbir” a las amenazas. En los últimos días, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias; el ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska; y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, recibieron cartas con balas y hoy la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, ha recibido una con una navaja aparentemente ensangrentada.

A su juicio, primero hay que “condenar” todos los actos de “coacción y amenazas”, y recordó que la democracia se “gana” no “rindiéndose” ante ellos, no “levantándose” de una mesa de debate. A su juicio, se gana “hablando, uniéndose” frente a las coacciones y amenazas y no “disculpando” una violencia frente a la otra ni “frivolizando” las amenazas "como hace Monasterio”.

De este modo, abogó por “no dar un paso atrás” frente a la violencia y estar “firmes” y “conjurarse” para volver a debatir, al tiempo que dijo que cree que los que se levantan de una mesa para no debatir con el resto de políticos las propuestas que tienen para la Comunidad de Madrid “se equivocan”.