“No banalicemos los discursos de la ultraderecha”, dijo Gabilondo desde Fuenlabrada en un acto del partido en el que afirmó con más vehemencia que la democracia está en juego tras la amenaza recibida por la ministra de Industria, Reyes Maroto, elegida por el PSOE para ser vicepresidenta económica del Gobierno de Madrid si el PSOE vence el 4-M.

“Ahora se está diciendo que la persona que quería atentar no se encontraba bien", dijo Gabilondo, sin querer “anticipar nada” hasta que se resuelva el caso. Sin embargo, se preguntó si “se puede amenazar si uno no se encuentra bien”.

Subrayó, en ese sentido, que algunos "acontecimientos de la historia de la humanidad con consecuencias trágicas se han hecho por estas personas, que aisladas se dejan llevar por discursos que se plantan como semillas, discursos de odio y de exclusión que lo que generan son delitos de odio y exclusión, por eso yo no me lo tomo a broma”, reflexionó Gabilondo.

Estas palabras se sucedieron después de que la Policía Nacional identificara a un sospechoso como presunto responsable de enviar esa carta y considere que el sobre con una navaja aparentemente ensangrentada enviada a la ministra de Industria no tiene relación con las cartas amenazadoras recibidas la semana pasada por su compañero de Interior, Fernando Grande Marlaska; la directora general de la Guardia Civil, María Gámez; y el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.

No obstante, Gabilondo alertó de que “el miedo hace crecer lo temido” y pidió: "No tengamos miedo, porque el miedo paraliza, es el arma de quienes quieren evitar nuestra actuación, el arma que quieren emplear para que nos quedemos atemorizados y nos dediquemos a describir la realidad”.

El candidato indicó que “nuestro problema no es que no piensan como nosotros, nuestro problema es que nos quieren quitar el espacio para que podamos pensar” y “nos quitan la posibilidad de vivir siendo diferentes porque nos impiden vivir en democracia, no quieren que vivamos en democracia, quieren anularnos ese espacio”.

Por eso, explicó que, “cuando digo que voy a hacer un cordón sanitario no digo que no quiero que Vox esté porque piensa diferente a como pensamos, lo que digo es que no podemos vivir con alguien, en un espacio de decisión, no queremos que tenga más poder, que estén en los gobiernos”.

Remarcó que el “cordón” es necesario porque “estamos en una encrucijada muy dura” que nos “afecta a la convivencia”.

El candidato socialista se enmarcó “en la izquierda que cambia las cosas de veras, entre los progresistas que no se limitan a gesticular y gritar, sino que quieren cambiar la sociedad”. Animó a acudir a las urnas a votar, “porque si no irán ellos”, y a hacerlo con “valentía, arrojo, determinación, si arrogancia y petulancia, simplemente señalando que ese no es el camino”.