Gabilondo explicó en la visita al hotel Princesa, en el que los socialistas seguirán el recuento de los votos de las elecciones autonómicas del 4 de mayo, su intención de pasar el día con la familia para que “se acuerden de que les quiero mucho”.

Comentó en declaraciones a los periodistas que inició esta “jornada de reflexión ante unas elecciones muy importantes”, como “hacía días que tenía ganas de hacer”, leyendo “un poco”. Entre los libros que se le acumulan, optó por ‘El hilo de oro’, de David Hernández de la Fuente, sobre la influencia de los clásicos en los discursos actuales y, en concreto, sobre la influencia en los pronunciamientos de Donald Trump,

Después, tiene previsto comer con su familia, porque añora a sus dos hijos, aunque tengan “treinta y tantos años”, y a su nieto Mauro, que cumple tres meses y, por el devenir de la campaña electoral, poco lo ha visto más allá de fotos en el móvil.

Gabilondo, vencedor de los comicios autonómicos de 2019 y desdibujado en la oposición, se ofrece en las urnas como el presidente “serio” que necesita Madrid, el “único” capaz de unificar la Comunidad y de liderar un gobierno progresista como alternativa al Ejecutivo de PP y Vox que auguran las encuestas.

El candidato socialista, amante de la “vida sencilla”, no dio muestra de cansancio porque no hace “ninguna queja del trabajo” y desconoce cómo se descansa. “Cansado está mucha gente", dijo, de trabajar o de no tener trabajo.

Gabilondo admitió que recibe muchos mensajes al móvil con ánimos, consejos y con pronósticos de lo que pasará, a los que, afirmó, responde animándolos a reflexionar.