Economía circular

El Gobierno aprueba mañana crear un impuesto a los envases de plástico no reutilizable

- En la Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que enviará al Parlamento

MADRID
SERVIMEDIA

El Consejo de Ministros aprobará previsiblemente mañana el proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados, que enviará al Congreso de los Diputados y que recoge la creación de un impuesto indirecto sobre los envases de plástico de un solo uso con el fin de reducir su reutilización.

La vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, apuntó este lunes en la inauguración de la jornada 'Economía circular, el momento es ahora', celebrada en el Real Jardín Botánico de Madrid, que "probablemente" llevará este martes al Consejo de Ministros este proyecto normativo, que reemplazará a la ley actual, de 2011.

El Consejo de Ministros vio esta norma en una primera vuelta como anteproyecto de ley en junio del año pasado como parte de un marco normativo en el que también figuraban la Estrategia de Economía Circular 'España Circular 2030' y un real decreto sobre trazabilidad y control de los traslados de residuos.

Según comentó Ribera, el proyecto de ley incluirá elementos de fiscalidad ambiental "largamente demandados" por la OCDE o la Comisión Europea y que actualmente están disgregados entre comunidades autónomas.

Uno de ellos será un impuesto sobre envases de plástico no reutilizables, algo que la Comisión Europea prevé como nuevo ingreso común en la UE. "Queremos abordar antes de esta generalización en Europa uno de los grandes retos ambientales que afrontamos: la contaminación por residuos plásticos, algo sobre lo que se ha despertado una inmensa sensibilidad en la opinión pública", apuntó Ribera, que añadió que ese nuevo tipo impositivo pretende "desincentivar" el sobreenvasado y potenciar el plástico reciclado.

Y la otra figura es un impuesto sobre el depósito en vertedero y la incineración. "No es razonable que más del 50% de nuestros residuos sigan yendo hoy a vertedero", apuntó, antes de considerar que España debe dotarse de un marco común que evite el denominado "turismo de residuos entre regiones".

OBJETIVOS

Por otro lado, el proyecto de ley marca algunos objetivos como reducir en 2030 un 15% de los residuos generados en 2010, con una disminución del 50% en residuos alimentarios en hogares y venta minorista. "Quizá uno de los componentes más dramáticos en un mundo en el que todavía hay gente que pasa hambre muchas veces mucho más cerca de lo que pensamos", apuntó Ribera.

Además, las tasas de reciclado de residuos municipales se incrementarán cinco puntos porcentuales cada cinco años desde 2020 hasta alcanzar el 65% en 2035 y se reducirán los recipientes alimentarios de plástico de un solo uso asociados a la comida rápida en un 70% para 2030, lo que requerirá cambios en el comportamiento de los consumidores.

La norma prohibirá la destrucción de excedentes no perecederos, fomentará el consumo de agua potable y abordará la obsolescencia prematura de los productos. Además, exigirá nuevas recogidas separadas de residuos, al generalizarse la de biorresiduos en 2022 para entidades con más de 5.000 habitantes y desde 2024 para las demás.

RECOGIDA SEPARADA

Antes de 2025 se implantarán recogidas separadas de textiles, enseres voluminosos, aceites de cocina usados y residuos domésticos peligrosos. Y se revisará el marco jurídico de la responsabilidad ampliadas del productor, con obligaciones en los costes asociados a la gestión de los residuos, que deberán asumir los productores y una mayor transparencia en los mecanismos de control y trazabilidad.

"La economía circular es una oportunidad que no podemos dejar pasar por razones ambientales, pero sobre todo por razones sociales, económicas, de eficiencia, de competitividad, de creación de riqueza, prosperidad y empleo. Ahora es el momento de hacerlo", sentenció Ribera.

No obstante, Ribera apuntó: "Hoy necesitamos dos Españas y media para producir lo que consumimos en nuestro país. Es una realidad común en el mundo desarrollado, es una realidad inviable, absolutamente suicida, sabemos que no es sostenible. Es, simplemente, una barbaridad que mina de forma dramática el capital físico sobre el que construir nuestra prosperidad presente y nuestra prosperidad futura".

"Por lo tanto, tenemos que cambiar de paradigma, tenemos que hacer una apuesta por aprovechar mejor nuestros recursos, diseñando y produciendo desde el origen productos más duraderos, reparables, pensados para facilitar su reutilización o el reciclado de sus componentes, cambiando nuestras pautas de consumo, separando mejor nuestros residuos para recuperar y reciclar al máximo los materiales, como los biorresiduos, los plásticos, pero también materias primas fundamentales como el litio, el cobalto y el silicio, presentes en nuestros dispositivos tecnológicos y de almacenamiento de energía", dijo.

(SERVIMEDIA)
17 Mayo 2021
MGR/pai