Lo hizo en un acto virtual presentado por la periodista Samanta Villar en el que participaron el director general de Derechos de las Personas con Discapacidad, Jesús Martín Blanco; el presidente de la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe), Anxo Queiruga; y el presidente y la vicepresidenta de la Fundación Mutua de Propietarios, Miquel Perdiguer y Laura López, respectivamente.

La primera fase del desarrollo de esta rampa consistió en el diseño e instalación de una rampa piloto en una comunidad de propietarios de Barcelona, con el fin de comprobar la eficacia de los retos tecnológicos que planteaba el proyecto.

“Más de 100.000 españoles son prisioneros en su hogar por la falta de accesibilidad de su edificio, pero este problema también afecta o afectará a la inmensa mayoría de la población en algún momento de su vida cuando, por motivos de edad o enfermedad, tengan problemas de movilidad”, destacó Laura López.

Estas rampas 3D constituyen un elemento de sostenibilidad y lucha contra el cambio climático, ya que están fabricadas con materiales ecológicos como el ácido poliláctico, un polímero que se obtiene a partir de recursos renovables ricos en almidón, como el maíz o la remolacha, y que otorga suficiente resistencia y durabilidad a la rampa.

A ello se suma que su impresión mediante tecnología 3D ofrece muchas posibilidades de futuro para su distribución.

Las rampas 3D estarán a disposición de las comunidades de propietarios a partir de mañana, y su solicitud se podrá realizar a través de la página web de la Fundación Mutua de Propietarios.

En ese sentido, Laura López destacó que el objetivo de la Fundación pasa por lograr que, “en un breve plazo, sea posible diseñar de forma automática la rampa a partir del envío de fotografías del emplazamiento donde ubicarla para que, a continuación, pueda ser rápidamente impresa en 3D y enviada a la comunidad de propietarios, para su montaje e instalación”.

FALTA ACCESIBILIDAD

Un 63% de los edificios de viviendas españoles no son universalmente accesibles desde la vía pública hasta el portal, por lo que las rampas (61%), las puertas de apertura automática (68%) y los telefonillos adaptados a la altura de una silla de ruedas (49%) son las actuaciones de mejora más urgentes que demandan las personas con movilidad reducida para facilitar el acceso a su lugar de residencia, siendo una necesidad que reclaman con mayor importancia las personas de más edad.

Así lo recoge el informe ‘Rampa hacia la accesibilidad’ elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios para conocer el grado de accesibilidad de los accesos a los 9,8 millones de edificios destinados a viviendas que existen en España.

Un total de 2,5 millones de personas en España tienen movilidad reducida y 608.000 viven solas en su hogar. A pesar de ello, seis de cada diez edificios de viviendas (un 59%) tienen escalones antes de llegar al portal, convirtiéndose en la primera gran barrera a la que debe enfrentarse una persona con movilidad reducida cuando accede al inmueble donde reside, y solo un 28% tiene rampa o dispone de plataforma elevadora (4%).

Una rampa que, cuando existe, suele presentar dificultades por estar demasiado inclinada (14%), carecer de barandillas a ambos lados (65%), o porque su superficie es deslizante (9%).

Por este motivo, entre los inmuebles que han realizado obras de mejora de accesibilidad, el principal elemento reformado ha sido la rampa (57%), seguida de la puerta de acceso (34%) y el portero automático (23%). En ese sentido, es destacable que un 38% de los españoles afirma que el hecho de que el edificio tuviera rampa o plataforma fue decisivo a la hora de comprar su vivienda.

El estudio de la Fundación Mutua de Propietarios también desvela que el 14% de los edificios no posee portero automático y, de los que lo tienen, el 91% no es accesible para una persona en silla de ruedas.

Otra de las grandes dificultades a las que se exponen las personas con movilidad reducida reside en la apertura del portal de acceso al edificio, una acción complicada para un 56% debido a su peso o por dificultades en utilizar la cerradura. A su vez, un 39% indica que la puerta no se sujeta sola o se cierra demasiado rápido.

Por su parte, en lo referente al grado de accesibilidad del garaje, un 82% de ellos tiene escalón, escalera o un obstáculo antes de la puerta dificultando el acceso. Aunque los edificios tengan rampa de acceso del parking a las viviendas, los principales inconvenientes se centran en su inclinación (un 23% asegura que es difícil subirla) y en carecer de barandilla a ambos lados (76%).

“ACCESIBILIDAD UNIVERSAL”

Ante esta situación, Jesús Martín Blanco apuntó que la accesibilidad es “el elemento que permite que las personas con discapacidad vivamos en libertad e igualdad”, lo que le dio pie a dejar claro que “impulsar la accesibilidad universal” será la norma que guiará las políticas públicas del Gobierno en materia de vivienda.

Del mismo modo, garantizó que los fondos europeos que España recibirá para paliar los estragos socioeconómicos causados por la pandemia se destinarán también a políticas de accesibilidad.

Por su parte, Anxo Queiruga denunció que el 70% de las personas con movilidad reducida viven en un “confinamiento permanente” como consecuencia de las barreras arquitectónicas que hay en los edificios de sus viviendas.

Por ello, reclamó la reforma de la Ley de Propiedad Horizontal y alabó a las rampas 3D como una “buena alternativa” que demuestra “cómo la sociedad avanza más rápido que la normativa".