Según informó en el Manifiesto la Plataforma de Centros de Salud de la Comunidad de Madrid, la Atención Primaria basa su trabajo en la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad, atención a las patologías agudas y crónicas y en la participación comunitaria. "Hace mucho tiempo que, debido a la reducción progresiva de plantilla y la falta de personal, la mayor parte de nuestro trabajo se dedica a labor asistencial".

Con la llegada de la pandemia, la promoción, prevención y participación comunitaria se han convertido en "ciencia ficción". La inversión en Atención Primaria en Madrid "es la menor de todas las comunidades (11,4%, cuando en Andalucía es 17.4%). Somos la Comunidad con menos Centros de Salud por 100.000 habitantes (6,3) y la que menos euros invierte por habitante (147 frente a 260 en Extremadura)".

Tal y como se desprende del Manifiesto, la única posibilidad de supervivencia de la Atención Primaria es aumentar la inversión a las cifras aconsejadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), un 25% del gasto sanitario y un 7% del PIB (actualmente es el 3,6%).

En 2012 y 2013 “sufrimos en Madrid el proceso privatizador recogido en el Plan de Medidas de Garantía de la Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de la Comunidad de Madrid”, explicaron, liderado por el entonces consejero de Sanidad Fernández-Lasquetty. "Durante 14 meses luchamos profesionales y ciudadanía en las calles y en los tribunales, unidos en la Marea Blanca, hasta llegar a paralizar su objetivo de privatización".