Son algunas de las propuestas que la experta hace ante el final del curso escolar y la entrega de las notas a los alumnos, que en algunos casos puede resultar un momento de estrés no solo para los estudiantes, sino también para sus padres si los resultados no son satisfactorios.

En su opinión “es muy importante que los padres no caigan en un excesivo reproche a los hijos incluso cuando el motivo del suspenso sea la falta de trabajo. Debemos ayudarles a dar un paso adelante para que vean que en la vida todos cometemos errores. Lo importante es darse cuenta y pensar que los propios padres han sido adolescentes y han cometido errores, al igual que sus hijos”.

La profesora Díaz Tártalo indica que el primer paso que deben dar los padres es analizar por qué va a repetir curso su hijo, si se ha esforzado o no o si el pequeño no ha dado más de sí.

También propone permitir a los pequeños dejar que sean conscientes de sus decisiones. En el caso de que los niños repitan por no haber trabajado lo suficiente, los padres no deben evitar que los hijos tengan que hacer una reflexión sobre por qué ha pasado esto.

Acompañar a los hijos en el “duelo”, convertir la situación en una oportunidad y potenciar sus fortalezas también pueden contribuir a afrontar la situación con éxito.