Lo hizo en su toma de posesión, que tuvo lugar en la sede del Ministerio de Educación y Formación Profesional y en la que también participó la exministra de Educación Isabel Celáa.

Alegría ahondó en esta cuestión manifestando que “la agenda 2030 marcará nuestra acción. Nuestro compromiso con una educción inclusiva, equitativa y calidad”.

Para ello, además de “continuar y concretar el proceso ya iniciado por el equipo de la ministra Celáa para convertir la formación profesional en una opción preferente para definir el futuro laboral”, también propuso “asegurar una educación de calidad para todas las personas”. Garantizar la igualdad de accesibilidad a la educación” y “hacer frente al abandono escolar” con el fin de asegurar esa igualdad de oportunidades.

De igual manera, sugirió fomentar las competencias digitales y mejorar procedimientos administrativos y educativos.

Por su lado, Celáa se despidió definiendo la tarea de educar como “enseñar a encontrar la piedra preciosa, el tesoro más escondido en su propia casa. Ayudar a construir personas, empoderarlas, desarrollar todo su talento, no dejar a nadie atrás”. Asimismo, destacó que “es conocimiento, es igualdad, es prosperidad.”

De igual manera, señaló que bajo su mandato se han “diagnosticado los males del sistema” y “avanzado en su reforma educativa que va decantándose mansamente”. También recordó que se puso en pie la formación profesional.

“El surco del arado está trazado”, concluyó, y se dirigió, para finalizar, a la nueva ministra, Pilar Alegría: “Gran responsabilidad, gran competencia de país que hoy te traspaso con toda la esperanza de que puedas culminar un trabajo de éxito”.