Salud mental

Eduardo Noriega y varios autores de ficción alertan del “estigma” de la salud mental y reivindican el “valor de las buenas historias” para superarlo

- En un curso de la UIMP

MADRID
SERVIMEDIA

El actor Eduardo Noriega y los autores de ficción Marta Sanz, Manuel Jabois, Laura Ferrero e Ignacio Peyro alertaron este miércoles del “estigma” que, a su juicio, aún sufren las enfermedades mentales en España y reivindicaron el “valor de las buenas historias” para afrontar momentos difíciles como los atravesados durante la pandemia, que han puesto a prueba la salud mental de toda la población.

Así lo expusieron en un encuentro informativo celebrado en el marco del curso de verano ‘Salud mental y otras formas de ficción. Relatos para sobrevivir’, organizado por Fundación Manantial y la UIMP con el objetivo de “dar una vuelta a los tópicos” y contribuir a pensar en la salud mental “desde otra perspectiva” a través de la cultura, así como ayudar a “comprender los aspectos más vulnerables del ser humano” alejando al ciudadano de la imagen “negra y sensacionalista” que a veces reproduce el cine sobre estos perfiles.

A este respecto, Eduardo Noriega hizo hincapié en que el séptimo arte ha mostrado siempre “el extremo, la psicopatía asesina”, consciente de que resultaba “mucho más jugoso utilizar un personaje así que alguien con un ligero trastorno mental y que apenas lo exprese”. “Eso no es cinematográfico, ni jugoso, ni interesante para el espectador”, agregó, sabedor de que esta disciplina artística ha reflejado “cómo ha ido evolucionando el trato de los trastornos mentales” y de que “cada vez somos más conscientes y hay menos tabúes y menos miedo a afrontar y tratar estos temas”.

Convencido de que son los personajes “malvados” los que generan una relación de “atracción, de amor-odio” con el público, puntualizó que el cine ha representado “muchas veces a trastornos mentales que tienen que ver con esa maldad” y se refirió al “mal trato del cine” a este tipo de patologías.

En este punto, consideró la película ‘The father’, protagonizada por Anthony Hopkins, como un “clarísimo ejemplo de cómo ha evolucionado el trato del trastorno mental”, de “cómo hemos evolucionado como sociedad respecto a los trastornos mentales y cómo el cine está cambiando a la hora de tratarlos”.

MÁS CONSCIENTES

“Afortunadamente, cada vez somos más conscientes como sociedad de lo que significa un trastorno mental. Ya no todo es una locura o el loco del pueblo al que se le aparta con un estigma tremendo, sino que cada vez somos más conscientes de que todos podemos sufrir un trastorno o estar afectados por ellos”, espetó.

En la misma línea, Marta Sanz denunció “cierta espectacularización” de la esquizofrenia en el cine, al tiempo que emplazó a “agudizar el sentido crítico para darnos cuenta de que lo cultural no es algo inofensivo”. “Va formando parte de nuestro ADN y tenemos que prestarle mucha atención”, sentenció.

Según su punto de vista, muchas patologías y enfermedades mentales tienen causas endógenas, relacionadas con lo fisiológico, pero también componentes exógenos y “sistémicos que atañen a la sociedad y la forma de vida que tenemos” y es necesario "trabajar los dos aspectos de manera sinérgica y que redunde en la mejora integral del individuo”.

Tras mostrar su interés en abordar también cómo “nuestros modos de representación cultural pueden incidir, muchas veces, en esa estigmatización”, con relación a la “responsabilidad” atribuida a la cultura de ser “edificante”, advirtió de que pedirle que “siempre sea edificante es darle una responsabilidad que deberían tener las instituciones públicas”.

VULNERABLES

Laura Ferrero, escritora y directora del curso, expresó su interés artístico por "todo aquello que no nombramos como sociedad, que nos da miedo, que estigmatizamos, que nos parece un tabú”. “Nos da miedo mostrarnos vulnerables muchas veces delante de los demás”, abundó, al tiempo que reivindicó el “valor” que ha tenido la ficción para “ayudarnos a atravesar este año y medio tan difícil” y el “valor de las buenas historias” para superar crisis como la actual.

Preguntada por la pandemia como fuente de inspiración, reconoció que es necesaria “una distancia adecuada para que se haga una ficción capaz de apelarnos a todos” y estimó que "el momento no es ahora, llegará con el tiempo”.

Por su parte, Manuel Jabois coincidió con Ferrero en que, “ahora mismo nadie se va a meter mejor que tú en la pandemia, porque estás protagonizando esa novela”, si bien, en un futuro, la crisis dará pie a “grandes historias, nudos y complejidades en las que no hemos reparado ahora y alguien de talento podrá contarlo a través de la ficción”.

INFORMACIÓN DELICADA

Junto a ello, Jabois lamentó que el abordaje de los trastornos mentales se considera “una información delicada y privada” e instó a “sobreponernos a ese tipo de estigma”. “Me interesa literariamente mucho ese momento en el que, de repente, estás pisando el suelo y hay un momento en el que empiezas a pisar el aire”, resolvió, para también considerar “fundamental y primordial” el abordaje del suicidio en los medios de comunicación a través de análisis “más de fondo” en torno a un “problema de primer orden que se sigue viendo como un acto privado”.

Finalmente, Ignacio Peyro se refirió a la soledad que, durante la pandemia, dijo, “ha igualado a todos”, y advirtió sobre los “efectos incluso físicos negativos” que puede llevar aparejado este “problema de salud pública a escala general”. Así, expuso su inquietud por “explorar cómo hacer de la soledad una vivencia fructífera, apacible o, al menos, tolerable” y aseguró que “hay motivos para la esperanza”.

(SERVIMEDIA)
14 Jul 2021
MJR/clc