Fuentes cercanas a Ayuso confirmaron a Servimedia que la decisión es firme después de muchos meses de rumores y de especulaciones internas dentro del partido, tanto a nivel regional como a nivel nacional, dado que esa situación la auparía aún más en el liderazgo interno del PP.

El PP de Madrid está presidido actualmente por Pío García-Escudero, veterano dirigente fiel a José María Aznar y a Mariano Rajoy en las dos etapas que ha estado al frente de esta formación política a nivel autonómico.

García-Escudero asumió el liderazgo en 2018, justo después de que Cristina Cifuentes tuviera que dimitir tras el escándalo del Máster que cursó en la Universidad Rey Juan Carlos y poco antes de que Rajoy fuera apartado de La Moncloa por la moción de censura con la que Pedro Sánchez llegó al Gobierno de España.

Ayuso quiere ser la presidenta a partir del próximo congreso regional, cuya celebración estaba prevista para finales de este año o el año que viene, según reconoció antes del verano la secretaria general del PP de Madrid, Ana Camíns.

Camíns, diputada en la Asamblea y y de la máxima confianza de Pablo Casado, es quien realmente ha llevado las riendas del PP de Madrid en los últimos años por su cercanía con el líder nacional. Ambos se conocen hace más de una década e incluso compartieron tareas de partido cuando los dos dirigían Nuevas Generaciones de Madrid, en tiempos de Esperanza Aguirre.

Precisamente, la aspiración de Ayuso se ser la próxima presidenta del PP de Madrid despierta recelos en algunos sectores nacionales del partido por temor a que su liderazgo político se agigante y acabe convirtiéndose en una amenaza para Pablo Casado, como Aguirre lo fue en su momento para Rajoy.

De ganar el congreso regional, Ayuso sumaría a su poder en la Comunidad de Madrid, donde ahora gobierna en solitario tras la desaparición de Ciudadanos en las últimas elecciones autonómicas, el máximo poder territorial en el PP. Equipararía así a Alberto Núñez Feijóo en Galicia, a Juan Manuel Moreno en Andalucía, a Alfonso Fernández Mañueco en Castilla y León, y a Fernando López Miras en Murcia.

Ayuso es, de hecho, la única presidenta autonómica del PP que no dirige su partido a nivel regional. Por eso, en su equipo hace meses que la empujaban a dar este paso y ahora ha tomado la decisión y la ha comenzado a comunicar en algunos encuentros personales que ha mantenido.

En la dirección nacional del PP, algunos mandatarios cercanos a Casado pero que miran con recelo a Ayuso prefieren que el liderazgo regional del partido recaiga, por ejemplo, sobre el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, lo que supondría mantener la actual bicefalia. Otros señalan a Camíns aprovechando que actualmente es la ‘número dos’ y que tiene una estrechísima amistad con Casado, por lo que nunca utilizaría el partido contra el líder nacional.