La taxonomía de la UE es un sistema de clasificación que establece una lista de actividades económicas ambientalmente sostenibles. Es por ello, que el Cermi insiste en que esta lista no estará completa si no tiene en cuenta los objetivos sociales de la Unión Europea, ofreciendo a los inversores información clara sobre la dimensión de estas actividades.

De hecho, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible obliga a la consideración de las personas con discapacidad y de sus familias en todas las herramientas orientadas a la consecución de esos objetivos.

Las propuestas del movimiento Cermi pretenden garantizar que la dimensión de la discapacidad se tenga en consideración en la nueva taxonomía de la UE e inciden en el reconocimiento de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad como norma rectora para el desarrollo de la taxonomía social.

Otro aspecto que señala es incorporar referencias a las personas con discapacidad en los objetivos verticales, horizontales y de gobernanza propuestos, relacionados con cuestiones vinculadas a la garantía del trabajo decente, la promoción de los intereses de las personas consumidoras y el impulso de comunidades inclusivas y sostenibles.

Además, el Cermi pone el énfasis en las referencias a la discapacidad en el aspecto de gobernanza de la taxonomía, especialmente en lo que se refiere a criterios de igualdad y diversidad, y en línea con las recientes propuestas de Directiva sobre información de sostenibilidad.