Según los datos provisionales proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a los que tuvo acceso Servimedia, entre el 1 de enero y el 12 de septiembre se quemó algo más que el promedio del último decenio, que es de 76.913,77 hectáreas. El mejor año de la década a estas alturas fue 2014 (45.814,92 hectáreas) y el peor, 2012 (202.927,81).

En ese periodo de 2021 se produjeron 7.385 siniestros forestales, de los que 2.496 fueron incendios (que arrasaron al menos una hectárea) y 4.889 conatos (con menos de una hectárea quemada).

De las hectáreas arrasadas, que abarcan un 0,279% del territorio nacional, un total de 19.004,46 corresponden a vegetación herbácea (pastos y dehesas) y el resto a vegetación leñosa, concretamente 36.381,53 hectáreas de matorral y monte abierto, y 22.220,12 de superficie arbolada.

ZONAS GEOGRÁFICAS

Por otro lado, el noroeste peninsular (Asturias, Cantabria, Galicia, País Vasco y las provincias de León y Zamora) concentraron un 41,27% de los incendios y conatos forestales en lo que va de año, mientras que el resto de los siniestros se reparten entre las comunidades interiores (las provincias de las regiones no costeras, salvo León y Zamora), con un 37,49%; el área mediterránea, con un 20,79%, y Canarias, con un 0,45%.

En cuanto a la superficie forestal arrasada por el fuego, el 53,30% pertenece a las comunidades interiores; un 31,729% al noroeste; un 10,96% al área mediterránea, y un 4,02% a Canarias.

La mayor cantidad de superficie arbolada arrasada por el fuego se produjo en las comunidades interiores (47,96%), por delante del noroeste (26,65%), el área mediterránea (13,67%) y Canarias (11,73%).