Discapacidad

El relator sobre Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU dice que "si el uso del lenguaje progresa también en la legislación llevará a otros cambios”

Madrid
SERVIMEDIA

El relator especial sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, Gerard Quinn, aseguró que, “si el uso del lenguaje progresa, también en la legislación, llevará a otros cambios” y recalcó que “en el caso del lenguaje hacia las personas con discapacidad, si mejora, será un éxito para este sector poblacional”.

Así lo manifestó en una entrevista publicada en el número 453 del boletín ‘cermi.es semanal', en la que hizo un repaso por algunas políticas y normativas sobre las personas con discapacidad y en la que asegura que uno de sus primeros retos es concienciar a la sociedad de que “las discriminaciones que utilizan son muy problemáticas, y que dañan profundamente a estas personas”.

De esta manera y en relación a las legislaciones declaró que, de manera general, el “uso muy específico de términos que se refieren particularmente a la discapacidad o a condiciones discapacitantes tiene que ser evitado en las legislaciones”. Es el caso de la Ley Orgánica de la Eutanasia, que entró en vigor el pasado mes de junio, que utiliza el término imposibilitante y, que según el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), vincula el hecho eutanásico a unas características propias de muchas personas con discapacidad.

Por otro lado, hizo alusión al artículo 8 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, que se refiere a la toma de conciencia. En este sentido, confesó que “la mayoría de las personas, en diferentes fases de su vida, tendrán una discapacidad, luego es un aspecto normal de ser un ser humano, y no es una ocasión para tratar a la persona de una forma diferente o negativamente”.

En relación a la admisión forzosa en instituciones médicas y los tratamientos coercitivos que algunos gobiernos quieren firmar con el Protocolo Adicional al Convenio de Oviedo, Quinn lamentó que “no sea un modelo que represente el futuro”. “Pedimos es que se trabaje en un nuevo modelo de tratamientos no coercitivos para las personas con discapacidad psicosocial”, afirmó.

De hecho, recordó que la Organización Mundial de la Salud (OMS) elaboró un informe señalando todas las alternativas a las medidas coercitivas realizadas en personas con problemas de salud mental. “Teniendo este informe en la mano los Estados no tienen excusas para moverse en otra dirección que no sea la correcta”, subrayó.

(SERVIMEDIA)
08 Oct 2021
APP/gja