El informe también revela un descenso en la siniestralidad laboral de un 13,45% respecto a 2003, con un total 129.929 accidentes en 2004, año durante el cual el 4,51% de los autónomos sufrieron un accidente en el trabajo.

Las comunidades autónomas con un índice más alto de siniestralidad entre este tipo de trabajadores son Aragón, donde el 5,85% de los autónomos resultaron accidentados; Ceuta y Melilla, con un 5,11%; Castilla-La Mancha con un 5,09%, y Extremadura, que alcanzó el 5,01%.

También por encima de la media nacional (4,51%) se encuentran las comunidades de La Rioja, Galicia, Asturias, Madrid, Andalucía, Castilla y León y País Vasco, y, por debajo del baremo, están Navarra, Cataluña, Murcia, Cantabria, Islas Baleares y Canarias, región esta última que presenta la menor tasa de siniestralidad entre autónomos de España con un porcentaje del 3,67%.

Por sectores, la construcción tiene el índice más alto de siniestralidad con un 25,4% mientras que en ganadería y pesca sólo se registró el 0,9%.

ACCIDENTES MORTALES

El informe de la ATA afirma que los accidentes mortales disminuyeron en 2004 en todas las comunidades excepto en Cantabria y Extremadura, donde aumentaron en un 50%, y en la Comunidad Valenciana, donde se incrementó en un 10%.

Cataluña, Madrid y Baleares son las comunidades donde se han registrado descensos más significativos en los accidentes mortales, con un 39,58%, un 34,48% y un 22,22%, respectivamente.

El transporte y la construcción acapararon en 2004 más del 85% de las muertes en accidente laboral entre el colectivo de los autónomos con un registro del 59,2% en el primer caso y de un 26% en el segundo. A gran distancia le siguen los accidentes mortales en el resto de actividades económicas, entre las cuales, destaca el bajo porcentaje registrado en hostelería, de un 0,5%.