Violencia

ANAR alerta del peligro de que los menores imiten ‘El Juego del Calamar’ e insta a los padres a que supervisen lo que ven sus hijos

- Lanza un decálogo con consejos para los progenitores

MADRID
SERVIMEDIA

La Fundación ANAR alertó este jueves del peligro de que los menores imiten las conductas violentas que aparecen en la serie ‘El Juego del Calamar’ e instó a los padres a que se informen y supervisen “en todo momento” el contenido que ven y que les interesa a sus hijos, vean las series juntos, tengan “cuidado” para no “normalizar” la violencia, les enseñen a “resistir” la presión social y fomentar el pensamiento crítico y les transmitan información sobre los riesgos tecnológicos, entre otros consejos que ha recopilado en un decálogo.

Así lo precisó en un comunicado en el que mostró su “especial preocupación” por la “alarma social” provocada por la imitación de conductas de dicha serie por parte de menores de edad y recordó que se trata de una ficción en la que se pueden ver "conductas violentas y arriesgadas” y retos que pueden “poner en peligro la vida de quien los realice”.

“El problema está cuando este tipo de contenidos llegan a los niños, niñas y adolescentes, que muchas veces no son capaces de entender que se trata de una ficción y que no debe de imitarse los comportamientos de la serie en la vida real”, sentenció la fundación.

A este respecto, su director de Programas, Benjamín Ballesteros, advirtió de que, aunque la serie no está destinada a menores de edad, cuando este tipo de contenidos violentos llegan a los más pequeños “se está produciendo una auténtica alarma social, ya que los menores de edad imitan las conductas violentas y tratan de realizar los peligrosos retos que se aprecian en la serie”.

Además, según ANAR, “representa un grave problema para los adolescentes”, jóvenes que, a su entender, “buscan sensaciones nuevas y placer, lo que puede llevarles a realizar conductas arriesgadas, poniendo su vida en grave peligro”.

PERFILES MÁS VULNERABLES

Junto a ello, subrayó que los padres “no siempre son conscientes” del tipo de contenidos que está viendo su hijo y si estos son “realmente apropiados o no para ellos” y puntualizó que “cualquier niño, niña y adolescente” podría verse “afectado” por la “influencia” de este tipo de contenidos, especialmente los “perfiles de menores que son especialmente vulnerables”.

Entre ellos destacó los menores de edad con patologías psicológicas previas como ansiedad, depresión o que hayan vivido eventos traumáticos; adolescentes “enganchados” al mundo digital y las redes sociales; menores de edad con un carácter “excesivamente” impulsivo; niños y adolescentes “introvertidos, tímidos y solitarios”, con dificultades para socializar y establecer relaciones personales; adolescentes a los que les gustan “excesivamente” los riesgos o menores “sobreexpuestos” a las pantallas y que reciben “escasa” supervisión parental.

La fundación juzgó importante que las familias y adultos “estén atentos” a algunas de las “señales” que pueden “alertar” de que el menor de edad está expuesto a contenido violento no apto para su edad, entre las que citó los cambios bruscos de comportamiento o estado de ánimo, los síntomas de tristeza o ansiedad, el pasar muchas horas conectado a las pantallas, cambios de hábito y abandono de sus costumbres y hobbies, aislamiento prolongado o problemas de rendimiento escolar y/o absentismo.

(SERVIMEDIA)
21 Oct 2021
MJR/gja