ETA. 18 años de cárcel para los etarras Arzalluz y Mendizabal por intentar asesinar a la delegada de Antena 3

- Sentencia de la Audiencia Nacional

MADRID
SERVIMEDIA

La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a sendas penas de 18 años de prisión a los etarras Asier Arzalluz e Idoia Mendizabal como responsables del atentado con paquete-bomba perpetrado el 17 de enero de 2002 contra Luisa Guerrero Martínez, delegada de Antena 3 en el País Vasco.

Los magistrados de la Sección Tercera, presididos por Alfonso Guevara, han encontrado a Mendizabal y Arzalluz culpables de un delito de asesinato terrorista en grado de tentativa. La Fiscalía también acusa de esta acción terrorista al que fuera máximo jefe militar de ETA, Garikoitz Aspiazu Rubina, alias “Txeroki”, quien no pudo ser juzgado al encontrarse preso en Francia.

En la sentencia hecha pública hoy se señala que “Txeroki”, Arzalluz y Mendizabal, que formaban el “comando Olaia” de ETA, elaboraron una serie de paquetes-bomba en el piso franco que tenían en Amorebieta (Vizcaya).

Los magistrados de la Audiencia Nacional consideran probado que estos tres etarras enviaron el 17 de enero de 2002 uno de los paquetes-bomba, compuesto por cerca de 230 gramos de dinamita y dotado de un sistema-trampa diseñado para detonar el explosivo al abrirse, al domicilio en Leioa (Vizcaya) de Guerrero Martínez. Los terroristas estamparon en el remite la dirección y el sello de Confebask, la patronal vasca.

Un empleado de una empresa de mensajería entregó sobre las 17.30 horas el paquete a la madre de la delegada de Antena 3.

PROTOCOLO DE “AMENAZADOS”

En la vista oral, celebrada el pasado 4 de noviembre, Guerrero Martínez explicó que se encontraba trabajando cuando su madre le llamó para advertirle de que había recibido un paquete, lo que hizo que encendiese “todas las alarmas”.

La delegada de Antena 3 recibió acto seguido una llamada de la Ertzaintza en la que se le alertó de que había sido interceptada una furgoneta de mensajería con dos paquetes-bomba (uno de ellos remitido al presidente del Consejo de Administración del Grupo Correo, Enrique Ybarra Ybarra, que tampoco llegó a explotar).

La Ertzaintza sospechaba que un tercer paquete había sido enviado a su domicilio.

Guerrero Martínez llegó a su casa cuando la policía autonómica ya había desalojado el edificio y los artificieros estaban desactivando el artefacto.

La antigua delegada de Antena 3 en el País Vasco explicó que su sobrina de tres años había estado jugando con el paquete-bomba, diciendo que era un “regalito para la tía” y que estuvo a punto de abrirlo. Su madre sufrió trastornos depresivos a raíz de este episodio.

El intento de atentado fue reivindicado por ETA a través de un comunicado publicado por el diario “Gara” el 4 de abril de 2002.

HUELLAS EN EL PISO FRANCO

Los magistrados de la Sección Tercera han valorado a la hora de dictar la sentencia condenatoria las huellas de Mendizabal y Arzalluz encontradas en el piso de Amorebieta (Vizcaya) en el que se confeccionó el paquete-bomba. También se hallaron restos de ADN de Mendizabal.

La presencia de los acusados en el piso “se convierte en un indicio poderoso para inferir que intervinieron en el montaje del paquete-bomba”, señala la sentencia.

Además de los 18 años de cárcel, el tribunal ha condenado a los etarras a indemnizar con 100.000 euros a la periodista y con 50.000 euros a su hermana. También se les ha impuesto la prohibición de aproximarse o comunicarse con Guerrero Martínez y su familia por un periodo de nueve años una vez cumplida la condena.

(SERVIMEDIA)
24 Nov 2011
DCD/jrv