Así lo pusieron de manifiesto este viernes durante la celebración del XII Conversatorio de la Fundación Cermi Mujeres que organiza esta entidad en colaboración con la agencia de noticias Servimedia y que se celebró bajo el título ‘Desarrollo rural, mujer y discapacidad’.

En el conversatorio, moderado por el director de la agencia de noticias Servimedia, José Manuel González Huesa, participaron la técnica responsable de los programas de envejecimiento de Fademur, Ana Mª Rabadán; la representante Federación Española de Municipios y Provincias en el Comité de Apoyo para la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad del Cermi Estatal, Dolores Palacios; y la alcaldesa de Villamuelas (Toledo), Carolina Alonso.

De esta manera, se hizo hincapié en la necesidad de reconocer las necesidades y derechos de las mujeres y niñas con discapacidad en el medio rural con el objetivo de favorecer su arraigo y mejorar su continuidad en entornos rurales, que en los últimos años están siendo sometidos a la despoblación y abandono.

En este sentido, se hizo alusión a la importancia de garantizar la movilidad, la accesibilidad y el derecho a una vida independiente para las mujeres y niñas con discapacidad en el medio rural, para que “su inclusión sea plena”.

En relación a esto, se pronunció la representante Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en el Comité de Apoyo para la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad del Cermi Estatal, Dolores Palacios, quien aseguró que desde la FEMP se aprobó una resolución redactada teniendo en cuenta los principios de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, que instaba a los gobiernos locales a adecuar sus políticas a las exigencias de este documento internacional.

De la misma manera, Palacios recalcó que la resolución “obligaba a potenciar las alianzas público-privadas con la sociedad civil organizada para conseguir los principios de inclusión y a promover la planificación estratégica más idónea para las políticas inclusivas”.

MAYOR EXCLUSIÓN

Y es que, tal y como se resaltó durante la cita, las mujeres y niñas con discapacidad residentes en el medio rural están sometidas a índices más elevados de exclusión, pobreza y violencia.

Precisamente, la técnica responsable de los programas de envejecimiento de Fademur, Ana Mª Rabadán, recordó que “faltan apoyos para escolarización, desplazamiento y comunicación en zonas rurales”, y subrayó que las mujeres con discapacidad “no encuentran oportunidades” de formación y empleo por lo que el proceso de despoblación es imparable, ya que, “además de salir la mujer los pueblos, sale la familia también”.

En este sentido, la alcaldesa de Villamuelas, Carolina Alonso, reconoció que ser mujer con discapacidad y vivir en una población de 600 habitantes “supone un hándicap”. “En Villamuelas apenas hay empresas y volumen de empleo por lo que es imposible que las mujeres con discapacidad accedan a una vida laboral, afirmó. Además, según manifestó, “el transporte tiene unos horarios muy reducidos y complicados y se hace muy difícil poder desplazarte, por ejemplo, para continuar los estudios”.

Por ello, las participantes del conversatorio coincidieron en la necesidad de “modificar los modelos de gobernanza” para generar otros nuevos que estén basados en la escucha y participación de todas las personas y que las mujeres con discapacidad puedan manifestar sus necesidades para que no tengan que huir del ámbito rural. Por último, pusieron sobre la mesa la “obligación de la administración local de conocer las causas de que existan mayores niveles de exclusión en el ámbito urbano para poder poner soluciones a las mismas”.