Cumbre del Clima

Los países pobres necesitan hasta 10 veces más financiación climática desde las naciones ricas

- Según la ONU en un nuevo informe coincidiendo con la Cumbre del Clima de Glasgow

MADRID
SERVIMEDIA

Los costes de adaptación climática en los países en desarrollo son entre 5 y 10 veces mayores que los actuales flujos de financiación pública que aportan las naciones más desarrolladas, con lo que éstas deben intensificar sus esfuerzos de adaptación al cambio climático.

Así se recoge en la sexta edición del ‘Informe sobre la brecha de adaptación’, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma) y dado a conocer este jueves coincidiendo con la cuarta jornada de la Cumbre del Clima de Glasgow (Reino Unido), conocida como COP26.

El informe apunta que se necesitan esfuerzos urgentes para incrementar la financiación y la puesta en marcha de acciones que ayuden a los países más vulnerables a adaptarse a los crecientes impactos del cambio climático. No en vano, las políticas y la planificación crecen en adaptación climática, pero no tanto la financiación y la implementación.

Además, el informe destaca que “en gran medida” se está pasando por alto la oportunidad de que la recuperación fiscal de la pandemia de Covid-19 priorice el crecimiento económico verde para ayudar a las naciones a adaptarse a impactos climáticos como sequías, tormentas e incendios forestales.

La directora ejecutiva del Pnuma, Inger Andersen, apuntó que hay que mejorar “drásticamente” la adaptación al cambio climático mientras el mundo debe redoblar sus esfuerzos para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

"Incluso si cerramos el grifo de las emisiones de gases de efecto invernadero hoy, los impactos del cambio climático estarían con nosotros para muchos las próximas décadas. Necesitamos un cambio radical en la ambición de adaptación para la financiación y implementación para reducir significativamente los daños y pérdidas del cambio climático. Y necesitamos eso ahora", sentenció.

FINANCIACIÓN DÉBIL

Las promesas climáticas actuales de los países en virtud del Acuerdo de París apuntan a un calentamiento global de 2,7°C al final del siglo en comparación con los niveles preindustriales.

El informe indica que los costes de adaptación climática en países en desarrollo oscilarán entre 140.000 y 300.000 millones de dólares en 2030 y entre 280.000 y 500.000 millones de dólares en 2050.

Sin embargo, la financiación climática de los países desarrollados a los más pobres y vulnerables alcanzó 79.600 millones de dólares en 2019. “En general, los costes de adaptación en los países en desarrollo son entre 5 y 10 veces mayores que los actuales flujos de financiación pública para adaptación y la brecha se está ensanchando”, según el Pnuma.

El mundo ha desplegado 16.700 millones de dólares en estímulo fiscal por la pandemia de la Covid-19, pero una pequeña parte está dirigida a la adaptación climática. Menos de un tercio de los 66 países estudiados habían financiado explícitamente desde el pasado mes de junio medidas de recuperación por la pandemia para abordar los riesgos climáticos.

ALGUNOS AVANCES

Por otro lado, el 79% de los países han adoptado al menos un instrumento de planificación de adaptación en el ámbito nacional, como un plan, una estrategia, una política o una ley, lo que supone un 7% más desde 2020.

Un 9% de los países que carecen de un instrumento de este tipo están en proceso de desarrollar uno. Al menos el 65% de las naciones tienen uno o más planes sectoriales en vigor, y al menos un 26% cuenta con uno o más instrumentos de planificación subnacional.

Mientras tanto, el desarrollo de acciones de adaptación continúa creciendo lentamente. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), los 10 primeros donantes financiaron más de 2.600 proyectos con un enfoque principal en la adaptación entre 2010 y 2019. Los proyectos también son cada vez más grandes, con más iniciativas que atraen fondos superiores a 10 millones de dólares.

A pesar de este progreso, el informe concluye que se necesita más ambición en la financiación y implementación de la adaptación al cambio climático. Además, los gobiernos deberían emplear los planes de estímulo por la pandemia para priorizar intervenciones que logren tanto el crecimiento económico como la resiliencia al cambio climático.

(SERVIMEDIA)
04 Nov 2021
MGR/clc