Sánchez Llibre justificó esta decisión por razones de "coherencia política, de rigor económico y de coraje político".

CiU muestra así, dijo, su "responsabilidad" y vocación "europeísta", aunque no comparte al cien por cien el contenido del real decreto-ley, que, entre otras medidas, sube los impuestos.

El portavoz convergente reconoció la "necesidad" de medidas "duras e impopulares" para afrontar la crisis, y como consecuencia de que "las cosas no se hicieron bien" en el pasado inmediato.

Las mayores reticencias de CiU se centran en la subida de impuestos, que será un freno a la recuperación económica, y en la pérdida progresiva de poder adquisitivo de los pensionistas.

Consciente de que su decisión de respaldar al Gobierno del PP necesitaba explicación, Sánchez Llibre insistió en defender la actitud de "responsabilidad y coherencia" de su formación, que, en esto, se diferencia del PP y del PSOE, que a su juicio no la han demostrado cuando han estado en la oposición.