Esa fue una de las conclusiones del plenario del 38 Congreso Federal después de que la comisión sobre modelo de partido estudiara las enmiendas a la parte de la ponencia marco referida al funcionamiento interno del PSOE.

La enmienda que concitaba la demanda, contenida en más de cien enmiendas originales, de que al secretario general se le elija por primarias entre los militantes, pasó el primer filtro en la comisión al superar el 20% de respaldo. Sin embargo, fue rechaza en el plenario, por lo que el secretario general seguirá siendo elegido como hasta ahora, por los delegados al Congreso Federal.

Quienes así lo defienden esgrimen los inconvenientes que tendría abrir esa elección a primarias, ya que obligaría a establecer ese mismo método para los órganos de dirección que deben ejercer el control del secretario general, como el Comité Federal.

En caso contrario, dicen, un Comité Federal elegido por delegados podría carecer de legitimidad para ejercer su labor de contrapeso a un secretario general elegido por el conjunto de la militancia.

Se aprobó, eso sí, abrir a "ciudadanos no militantes" las primarias para elegir al cabeza de cartel en elecciones generales, y estudiar esa misma posibilidad para los candidatos a presidencia de comunidades autónomas.

Recogiendo la promesa de Alfredo Pérez Rubalcaba en su discurso ante el plenario antes de ser elegido secretario general, el plenario del Congreso aprobó convocar una Conferencia de Organización antes del verano que concretaría las modificaciones orgánicas y, entre otras cosas, definir la regulación de ese voto de los no militantes.

Esa Conferencia estudiará también la posibilidad de abrir a los no militantes las primarias para candidatos en ciudades de más de 20.000 habitantes.

Al margen de que se apruebe o no abrirlas a no militantes, esas ciudades de más de 20.000 habitantes se sumarán a las que, por norma general y salvo las excepciones ya contempladas en los reglamentos internos, celebrarán primarias para la elección de candidatos, y que hasta ahora estaban limitadas a las de más de 50.000 habitantes.

El Congreso aprobó el compromiso de "potenciar" la participación de los militantes y simpatizantes, pero los métodos para ello deberán concretarse también en la Conferencia de Organización.

También será entonces cuando se concrete la posible elección de los órganos no ejecutivos del partido por listas abiertas o desbloqueadas, que deberán en todo caso garantizar el respeto a las minorías y el principio de paridad entre sexos.

Además, se reforzará el papel de la Comisión de Ética y Garantías como órgano de control del comportamiento de los cargos orgánicos y públicos del PSOE, y se concretará la aplicación del principio de un político, un sueldo.

El PSOE quiere también, y así lo aprobó el Congreso, potenciar el trabajo de las agrupaciones para facilitar su conexión con la sociedad.