Salud

Investigadores españoles relacionan la pérdida de audición en mayores con un deterioro de su función física

Madrid
SERVIMEDIA

Un estudio impulsado por investigadores del Ciber de Epidemiología y Salud Pública (Ciberesp), de la Universidad Autónoma de Madrid, del Hospital Universitario Donostia y del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid ha concluido que existe una relación entre la pérdida de audición (hipoacusia) en personas mayores con un deterioro de la función física, síndrome de fragilidad y discapacidad en las actividades instrumentales de su día a día.

El trabajo, cuyos resultados han sido publicado en ‘JAMA Otolaryngology-Head & Neck Surgery’, observa que la pérdida de capacidad auditiva es una condición de salud cada vez más prevalente, calculándose que más de 460 millones de personas en todo el mundo la sufren en mayor o menor medida.

En ese sentido, Humberto Yévenes, investigador del Ciberesp en la UAM, destacó que “nuestros resultados evidenciaron una alta prevalencia de pérdida de audición que se acentuaba aún más cuanto más alta era la frecuencia estudiada y observamos en paralelo el deterioro de las capacidades instrumentales de la vida diaria, de la función física y el aumento de la fragilidad”.

De este modo, los investigadores han concluido que la pérdida auditiva se asocia con un aumento del 87% en el riesgo de fragilidad en los estudios transversales consultados y en el 56% de los longitudinales, a pesar de lo cual queda todavía por determinar si esta relación es causal.

Ante esta situación, Francisco Félix Caballero, investigador del Ciberesp, comentó que “es necesaria más investigación en la materia, porque si se determina que la pérdida de audición es un marcador de fragilidad, se debe considerar una revisión médica para detectar un estado frágil o prefrágil”.

A su vez, el estudio pone de manifiesto que, si la pérdida de audición contribuye de manera significativa a la fragilidad, el tratamiento adecuado puede retrasar el deterioro físico y la muerte, así como conseguir un envejecimiento más saludable.

El trabajo también concreta que existen “varías vías potenciales” que relacionan la pérdida auditiva con la fragilidad, que se testimonia en caídas accidentales, en episodios de depresión y en una función física deficiente.

Por último, a pesar de que diversas investigaciones señalan que el uso de dispositivos auditivos podría evitar la fragilidad, este estudio determina que la evidencia científica no es concluyente el respecto.

(SERVIMEDIA)
23 Nov 2021
MST/gja