Educación

Una universitaria protagoniza un cuento para sensibilizar sobre su discapacidad a escolares

- Durante sus prácticas de la beca Fundación ONCE-CRUE, Patricia Menéndez explicó las necesidades cotidianas de las personas con discapacidad física

MADRID
SERVIMEDIA

‘Sin barreras. Historia de Patricia' es un proyecto educativo protagonizado por una universitaria asturiana con discapacidad. Se trata de un cuento que ha elaborado junto con otros docentes y alumnos del Colegio Público de Infantil y Primaria Fozaneldi de Oviedo (Asturias).

Allí ha realizado sus prácticas de la beca de Fundación ONCE-CRUE y su presencia en el centro ha servido para sensibilizar sobre la discapacidad a pequeños y mayores.

“Me llamo Patricia y tengo 22 años. Estoy terminando de estudiar psicología en la universidad. Estoy haciendo prácticas en un colegio con una beca de la Fundación ONCE”, arranca este cuento en el que Patricia explica que nació antes de tiempo y que tiene tetraparesia espástica: “Quiere decir que tengo limitaciones para realizar movimientos en las extremidades y el tono muscular alterado”.

Isabel Colmenero Hidalgo, orientadora educativa del Colegio Público de Infantil y Primaria Fozaneldi, ha acompañado a la joven en sus prácticas y en el cuento que ha surgido de ellas. Primero, la joven fue clase por clase contando su experiencia y así surgió la idea de plasmarla en una publicación, que ha sido ilustrada con rótulos y dibujos realizados por el alumnado del centro.

En sus páginas, en tono sencillo y directo, Patricia habla sobre barreras arquitectónicas, la necesidad de ser cívicos y solidarios con todas las personas, las adaptaciones o ayudas que facilitan la vida de las personas con discapacidad y el concepto de inclusión en sentido amplio, desde la participación en la escuela o la universidad, en los distintos aspectos de la vida, la práctica de un deporte, la presencia de barreras o la definición de lo que se entiende por accesibilidad universal.

“Hemos tratado de dar visibilidad a la vida de Patricia, durante su desarrollo escolar y en su vida diaria, describiendo las barreras cotidianas, físicas y mentales, con la que se encuentra y dando un mensaje de normalización, inclusión, accesibilidad y optimismo ante la nueva etapa laboral que inicia”, explicó a Servimedia la orientadora.

También Patricia encontró problemas para poder realizar sus prácticas, pues tuvo que hacerlas en este centro porque los dos colegios más cercanos de su casa no están adaptados.

El cuento termina con un deseo para su nueva etapa, la vida laboral: “Me gustaría trabajar en un colegio o en una asociación”. A éste, Isabel añade otro, que se edite en forma de libro y pueda llegar a alumnos de otros muchos colegios para sensibilizarles sobre las necesidades de las personas con discapacidad física.

El proyecto ha sido impulsado por la Unidad de Orientación del Colegio Público de Infantil y Primaria Fozaneldi, en colaboración con los especialistas de educación física, tutores y tutoras y fisioterapeuta del centro y se ha desarrollado durante el primer trimestre de este curso.

APRENDIZAJE MUTUO

“Ha sido un trimestre de aprendizaje mutuo, para Patricia, experimentando las funciones de la orientación educativa en el entorno escolar y para la comunidad educativa (alumnado, familias y profesorado) que hemos podido convivir con ella, relacionarnos con naturalidad, hacer preguntas, aprender con su experiencia...”, añadió Isabel.

La profesora también reconoció que “los niños sí han cambiado de percepción. La discapacidad es un tema del que se habla poco, la gente no sabe mucho de él”.

Isabel también corroboró a Servimedia que en el centro “la acogida ha sido muy buena”. “Patricia ha intervenido en todos los niveles y en prácticamente todas las clases. Es accesible y muy amable, y ha hablado dando transparencia. Es una persona muy cercana para todo el alumnado. Se dirigen a ella con toda normalidad y la saludan”, añadió.

Incluso, los críos han aprendido que si la ven en dificultad, “no la tienen que ayudar directamente, sino que la tienen que preguntar”, aunque no lo suelen hacer para jugar con su silla de ruedas, a la que denominan simpáticamente “el tractor” y tratan de arrancar para juguetear.
“Lo comenté con las personas de Inserta Empleo Oviedo. ‘No sé en qué momento nos transformamos y lo vimos con normalidad’. Se ha reducido los miedos, el desconocimiento y los prejuicios. También en las familias, que al principio se mostraron sorprendidas por la presencia de Patricia", concluyó la orientadora.

(SERVIMEDIA)
26 Dic 2021
AHP/gja/mjg