La ministra de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, Ana Mato, anunció la semana pasada que el Gobierno reformará la Ley de Extranjería para aumentar los requisitos que se piden actualmente a los inmigrantes para obtener una tarjeta sanitaria, que son únicamente estar empadronados en algún municipio español.

Según explicó Mato, hay inmigrantes que obtienen la tarjeta sanitaria e integran en ella a familiares que no residen en España, pero que cuando lo necesitan sí vienen para obtener asistencia médica.

Para Cear, exigir acreditar, además del empadronamiento, un trabajo y la residencia fiscal "supone aumentar la desprotección de las personas más desfavorecidas". A juicio de la entidad, esta medida perjudicará, principalmente, a los extranjeros más vulnerables, muchos de los que están en situación de irregularidad sobrevenida por desempleo tras muchos años trabajando y cotizando en España.