Según informó el centro de análisis este miércoles, este problema, junto al “elevado” paro de larga duración es, todavía “el principal desafío del mercado laboral español”, pues el empleo es menos “procíclico”, algo que ayuda a evitar subidas excesivas del paro en fases recesivas, según recoge un artículo de Raymond Torres y María Jesús Fernández en la citada publicación.

Las reformas y la transformación demográfica “podrían explicar” este cambio “saludable” de comportamiento, según el artículo, aunque advirtió de que “queda mucho camino por recorrer para mejorar el rendimiento del mercado laboral”.

Las cifras de contratos firmados y de bajas de afiliación mensuales apuntan “hacia una reducción en términos netos en la rotación de trabajadores” a pesar de haberse producido un “incremento” de esta en el grupo de asalariados indefinidos.

Así, el número de contratos indefinidos firmados al año por cada 100 afiliados indefinidos se incrementó desde 23 en 2019 a 52 en 2023, mientras que el número de bajas de afiliados indefinidos al mes pasó de 1,4 por cada 1.000 afiliados indefinidos a 3,1.

El artículo resalta que los jóvenes acaparan “gran parte de las dificultades”, sobre todo para entrar en el mercado laboral. Durante la crisis financiera, esto complicó “especialmente” las posibilidades de los jóvenes y destacó la sobrecualificación, ya que el porcentaje de activos con formación universitaria es mayor que la media de la eurozona, 43,7% frente a 36,9%.

En cuanto al desempleo de larga duración, las personas que buscan activamente empleo desde hace más de un año representan más del 4% de la población activa, el doble de la media europea, lo que revela dos dificultades. La primera, la escasez de recursos humanos en los servicios públicos de empleo que atienden a los parados, y la segunda, el bajo nivel de formación de parte de la población activa.

En otro artículo, firmado por Marina Asensio y Javier Serrano, se recuerda que en 2022 más de un tercio (35,7%) de las personas de entre 20 y 34 años vivía en las áreas de los cinco municipios más poblados de España, 2,5 puntos porcentuales más que en 2012. Solo las dos grandes urbes españolas (Madrid y Barcelona) acogen al 27,1% de los jóvenes españoles.

No obstante, en estas ciudades los jóvenes deben hacer frente a un mayor encarecimiento de la vivienda, lo que “compromete sus tasas de ahorro y dificulta el acceso a la vivienda en propiedad, reduciendo su riqueza”.

Por último, en un artículo de Santiago Carbó y Francisco Rodríguez, se señala que tras el “importante” aumento de los beneficios del sector bancario español en 2023, y en pleno debate sobre si está justificada una mayor carga impositiva para el sector, la rentabilidad “no solo sirve para reforzar las reservas de un banco, esenciales para su solidez y capacidad de enfrentar adversidades, sino también para financiar expansiones, inversiones y, en última instancia, para estimular la actividad económica”.