Tras la reunión en la que participaron los secretarios generales de UGT de las comunidades autónomas más afectadas por este recorte del Gobierno, el secretario general del sindicato, Cándido Méndez, y el secretario general de la Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (Fitag-UGT), Antonio Deusa, defendieron en rueda de prensa “la necesidad de un nuevo pacto de energía”.

En este sentido, el secretario de Fitag-UGT destacó que el objetivo de su lucha “es que se cumpla lo pactado con el Gobierno y se redacte un nuevo plan del carbón para el período 2013-2018”, ya que “el recorte del 63% hace inviable que se puedan poner en marcha las minas al año que viene”, agregó Deusa.

Méndez aseguró que “desde el punto de vista económico el recorte es discutible cuando España posee un 80% de dependencia energética”, y subrayó que “no se puede prescindir del carbón, una energía que está a nuestro alcance”.

“No estamos hablando de un problema estricto de los mineros, sino que traspasa los límites y se convierte en un problema de comarcas enteras condenadas al despoblamiento, abandono y aislamiento”, matizó Méndez en relación al “recorte tan brutal” del Gobierno.

En el mismo sentido, Deusa afirmó que “estamos convencidos de que es una medida política y no económica”, ya que “es contradictorio que por un lado se impulse el programa de estímulo al crecimiento desde la Unión Europea, dotado con 130.000 millones de euros; pero por otro, con el recorte del 63%, el Gobierno condene al desempleo a los mineros de las cuencas”, explicó el líder de UGT.

Preguntado por las previsiones de la movilización ‘Marcha negra’ del carbón, el secretario general de Fitag-UGT avanzó que “se irá improvisando la ruta” y recordó que “se mantiene la entrada en Madrid el día 11 de julio”, aunque reconoció que todavía no conocen cómo se escenificará la misma.