El enfrentamiento dialéctico tuvo lugar en la sesión de control al Gobierno en el Senado, en la que Abad reprochó directamente a Morenés que no haya satisfecho una solicitud de comparecencia en esta cámara que el Grupo Socialista registró en mayo. Según acusó, porque el Gobierno pretende "narcotizar" al Parlamento y considera al Senado una cámara de segunda.

Insinuando que el ministro cambia sus planes sobre el repliegue de Afganistán según los días o las circunstancias, Abad le preguntó para cuándo lo tiene previsto. En su segunda intervención, acotó el terreno a si el 100% de las tropas españolas estarán en casa este año, "¿sí o no?"

Morenés explicó que no le consta que tenga pendiente una comparecencia en el Senado y que hasta ahora lo ha hecho en cualquiera de ambas cámaras siempre que se le ha llamado.

En relación a los planes sobre Afganistán, que ya "ha explicado hasta la saciedad", reiteró que España sigue fiel a sus tres compromisos: con el cumplimiento de la misión, con la seguridad de las tropas en la difícil operación del repliegue y con sus aliados.

Este último sería también imprescindible, porque "incumplimientos anteriores han costado años de falta de credibilidad", según lamentó en obvia referencia a la retirada de Irak ordenada por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero en 2004.

En su segundo turno, Morenés recordó que el calendario que prevé la retirada en 2014 lo suscribió el Ejecutivo socialista en 2010 y precisó que los porcentajes que se marcaron entonces (una reducción de efectivos del 10% en 2012, un 40% en 2013 y el 50% restante en 2014) se irán adelantando en función del ritmo a que se vaya cumpliendo la misión.

Haciéndolo así y siempre de acuerdo con el resto de países implicados en la misión, concluyó, España podrá ir "ganando la credibilidad que se perdió en otras retiradas absolutamente poco pensadas que ocurrieron en el pasado".