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El 30% de las empresas españolas sufren el aumento de los aranceles en Estados Unidos, según el Banco de España
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El 30% de las empresas españolas se ha visto afecta de forma negativa por el aumento de los aranceles en Estados Unidos, aunque el impacto difiere según el sector de actividad.
Así se desprende de la Encuesta del Banco de España sobre la Actividad Empresarial (EBAE), que en la edición correspondiente al segundo trimestre de 2025 incluyó un módulo específico acerca del efecto del actual conflicto arancelario sobre las empresas españolas.
Las repercusiones de los aranceles fueron mayores en la industria, sector en el que el 51% del as empresas encuestadas dijo verse afectadas. En el transporte, ese porcentaje fue del 44% y en el comercio, casi el 40%.
Por el contrario, en las actividades profesionales, administrativas e inmobiliarias, el porcentaje de empresas afectadas se situó por debajo del 20%.
Por tamaño, las empresas de más de 50 empleados reportaron una mayor incidencia negativa de los nuevos aranceles, algo que a juicio del Banco de España “puede estar relacionado con una mayor orientación exportadora o una mayor dependencia de cadenas internacionales de suministro”.
No obstante, la mayoría de las compañías afectadas apuntaron que los efectos negativos proceden de canales indirectos, como una mayor incertidumbre sobre los desarrollos económicos futuros, señalada por el 78% de las empresas, o un debilitamiento de la actividad y del comercio mundial, para el 74%.
Las ramas más impactadas de forma indirecta por estos canales fueron la industria, el transporte y el comercio.
Por su parte, un 41% de las compañías señalaron que se verían afectadas por el aumento de la competencia como consecuencia de una potencial desviación de flujos comerciales a Europa. En relación con este canal, más del 50% de las empresas en las ramas de comercio y agricultura esperan verse perjudicadas por una mayor competencia internacional, mientras que este porcentaje se sitúa en solo el 14% en la hostelería.
El impacto por vía directa es menor. Así, un 16% de las sociedades que esperan un efecto negativo se verían afectadas por ser exportadoras directas a Estados Unidos, aunque ese porcentaje repuntó hasta el 31% en la industria.
Un 23% contempla repercusiones por exportar a Estados Unidos vía intermediarios, con un 38% en el caso del sector del transporte, y un 21%, por ser importadoras de bienes de Estados Unidos.
En el módulo sobre aranceles, también se incluyó una pregunta acerca del efecto esperado del aumento arancelario sobre el coste de los consumos intermedios, los precios de venta, la demanda, el empleo y la inversión de las empresas.
Las empresas afectadas negativamente por los aranceles anticiparon un mayor impacto sobre sus costes y precios que sobre variables de cantidades. Así, un 65% de las empresas esperan que aumente el coste de sus insumos, mientras que un 45% esperan tener que aumentar sus precios de venta.
Un 38% también vaticinó una disminución del a demanda de sus productos como consecuencia de los nuevos aranceles. En la industria, ese porcentaje ascendió al 49%, mientras que en la agricultura fue del 47%.
Sin embargo, el porcentaje de empresas que esperan un impacto negativo sobre su nivel de empleo o de inversión es limitado, del 12% y el 16% respectivamente, sin diferencias significativas entre sectores, según el estudio del Banco de España.
Entra las medidas adoptadas por las empresas para paliar el impacto de los aranceles, más del 45% de las empresas afectadas declararon que trasladarán el incremento de costes derivado de los nuevos aranceles a sus precios de venta, sobre todo en las ramas de comercio e información y comunicaciones.
Un 34% pretende diversificar su cadena de suministro buscando proveedores en otros países, porcentaje que llega a casi el 50% de las compañías en la información y las comunicaciones. Otra vía para un 28% de las empresas encuestadas será intentar diversificar su cartera de clientes, con una apertura a nuevos mercados.
Asimismo, un 21% se planteó anticipar compras de suministros ante la incertidumbre sobre la política arancelaria, y un 11% planea trasladar algún proceso productivo a países más cercanos y con menos riesgo arancelario, sin grandes diferencias por sectores.
FACTURACIÓN, EMPLEO E INVERSIÓN
Al margen de los aranceles, los resultados generales de la EBAE del segundo trimestre reflejaron que la facturación habría aumentado, si bien por debajo de los niveles registrados en el mismo trimestre del año anterior.
En términos desestacionalizados, se estima un leve retroceso de la facturación en este segundo trimestre, similar al observado en los tres primeros meses del año. De cara al tercer trimestre de 2025, las empresas anticipan una mejora notable de la facturación, en contraste con la caída observada en el mismo trimestre de 2024.
Por ramas de actividad, la evolución de la facturación empresarial se mantiene heterogénea. Las ramas de transporte, actividades profesionales y hostelería son los sectores que perciben mayores aumentos de las ventas. En la parte contraria, el comercio, actividades administrativas y ocio exhiben un comportamiento desfavorable.
El empleo también muestra una evolución favorable, en los mismos términos que el año pasado. En la serie desestacionalizada, se estima un ligero avance de la ocupación en este trimestre, similar al del trimestre anterior.
Además, la creación de empleo evoluciona de forma similar a la facturación, con una mejora en las ramas más ligadas al turismo, como la hostelería y la construcción, en contraste con los retrocesos observados en el comercio y las actividades inmobiliarias. Para el tercer trimestre de 2025, las perspectivas también apuntan a un avance de la ocupación.
A pesar de la incertidumbre que generan los aranceles, por lo general, se mantiene el dinamismo en la inversión. Un 18,5% de las empresas encuestadas aumentaron su inversión en el segundo trimestre, 2 puntos porcentuales (pp) más que en el trimestre anterior. Por sectores de actividad, la inversión se recuperó en la industria, tras el peor comportamiento de principios de año.
Como se observó en el empleo y en la facturación, las empresas vaticinaron una mejora de la inversión en el próximo trimestre.
PRECIOS
Las empresas encuestadas perciben una moderación de las presiones inflacionistas en el segundo trimestre del año, en línea con lo esperado. El porcentaje de empresas que experimentaron un incremento adicional de los precios de sus consumos intermedios en el segundo trimestre del año cayó en 13 puntos porcentuales, hasta el 48%, y se espera que siga esta tendencia en los próximos tres meses.
En relación con la variación de los precios de venta, también se observó un ligero descenso. Un 22,3% de las empresas subió sus precios en el trimestre, 11 puntos porcentuales menos que en el primer trimestre del año.
A un año vista, las empresas encuestadas anticipan un descenso de las presiones inflacionistas. En concreto, el 65% de las sociedades esperan que, dentro de un año, sus costes sean superiores a los actuales, situándose este porcentaje 5,1 puntos porcentuales por debajo del dato del trimestre anterior.
En el caso de los precios de venta, el porcentaje de empresas que esperan encarecer sus productos en los próximos 12 meses se reduce hasta el 52,6%, también algo más de 5 puntos por debajo de la cifra del primer trimestre, según el Banco de España.
Finalmente, en el caso de los costes laborales, un 72,9% espera crecimientos de los costes laborales, 4 puntos porcentuales menos que hace tres meses. Sin embargo, en la industria ese porcentaje fue del 74%, frente al 68% de los servicios.
CONDICIONANTES DE LA ACTIVIDAD
La incertidumbre sobre la política económica se mantiene como el principal factor condicionante de la actividad y afecta al 54,2% de las empresas, 3,2 puntos porcentuales más que en el trimestre anterior. Esta es la preocupación principal de la industria, el transporte y el comercio.
Por su parte, la incidencia negativa del aumento del coste de los inputs energéticos retrocedió significativamente en el trimestre, en línea con el reciente descenso de los precios energéticos.
El porcentaje de empresas que perciben problemas de disponibilidad de mano de obra se redujo 3 puntos respecto al trimestre anterior, pero para el Banco de España aún se mantiene en niveles elevados, en el 42,9%.
Por sectores de actividad, estos problemas continúan siendo especialmente marcados en la agricultura, la hostelería y la construcción, donde más de la mitad de las empresas declaran un impacto negativo en su actividad asociado a este factor.
En el caso de los desarrollos de la demanda, en el segundo trimestre se ha registrado un ligero descenso de la incidencia de la escasez de demanda como factor limitativo de la facturación, registrándose el mínimo en la serie histórica, en el 10,1%.
Asimismo, la preocupación por los problemas de suministro de proveedores habituales disminuyó 2 puntos, hasta el 7,9% en el segundo trimestre.
En cuanto a los factores financieros, la incidencia de los gastos financieros sigue mostrando una tendencia decreciente, con un 23,1% de las empresas que declararon un impacto negativo derivado del incremento de sus gastos financieros, 1 punto menos que hace tres meses.
Por su parte, un 12,8% manifestó un impacto negativo derivado de problemas de acceso a la financiación, 0,3 puntos menos que hace tres meses.
(SERVIMEDIA)
09 Jun 2025
NFA/gja