Beristain, que ha debido ser protegido por las amenazas de ETA, declaró a Servimedia que no existen argumentos "ni humanos ni cristianos" para esta crítica a Munilla.

Este jesuita añadió que conoció al nuevo obispo de San Sebastián en un momento "de dificultades personales", ante lo cual el obispo respondió "con una generosidad y un talante evangélico extraordinario".

Al mismo tiempo, Beristain señaló que los párrocos guipuzcoanos olvidan que la sociedad vasca "ha dado un vuelco evidente con los resultados de las últimas elecciones autonómicas".

Añadió que, a su juicio, la Iglesia vasca necesita una "reforma", puesto que "es excesivamente tradicional, en el sentido conservador, casi primitivo, casi inquisitorial, clarísimamente preconciliar". Asimismo, sostuvo que la Iglesia vasca no tiene "suficientemente en cuenta" a las víctimas de ETA, algo que dijo debería cambiar.