ERC entiende que el cierre es “un ataque al pluralismo informativo contra una televisión pública de calidad” que se creó en el año 1989 con el objetivo de “vertebrar el territorio valenciano y ayudar a la normalización de la lengua”.

La crisis del servicio público audiovisual es una “crisis de gestión política, claramente inducida con el fin de hundir el gran medio comunicativamente democratizador en beneficio económico y político del sector privado afín a los partidos de los Gobiernos de turno”.

Para la formación independentista que tiempo atrás se había pronunciado a favor de extender las emisiones de TV3 a territorio valenciano, “sin unos servicios públicos de medios de comunicación de calidad, independientes, rigurosos y profesionales, no habrá ni bienestar informativo-comunicativo ni calidad democrática”.

Por eso, piden al Gobierno del PP de esa comunidad autónoma que acate la sentencia que le exige readmitir a los trabajadores de la cadena pública desepedidos por “motivos de afiliación y proximidad política”.

Esquerra acaba manifestando su apoyo a los trabajadores de la Radio Televisión Valenciana y les alienta a seguir luchando por la defensa de sus medios de comunicación públicos.