Porto, cuya localidad fue una de las más afectadas en 2002 por el vertido de buque siniestrado, dijo a Servimedia que, aunque acata la sentencia, le “sorprende” el veredicto de los magistrados “después de todo lo que pasó, después de vivir la mayor catástrofe ambiental”.

Aseguró que en su localidad el pronunciamiento judicial ha causado “cierta sorpresa”. Añadió que, a su juicio, el hundimiento del Prestige “se debió a decisiones humanas”, que hicieron que “lo que era un accidente se convirtiera en una catástrofe”.

También apuntó que no se entiende que no exista “ningún tipo de repercusión ni penal ni de otro tipo de todos aquellos que tomaron decisiones”. Por este motivo, respecto a la posibilidad de que la sentencia sea recurrida, afirmó que “habría que buscar un responsable de lo que sucedió”.

Aseguró que esta asunción de responsabilidades serviría “para tener todos bien claro en la retina que este tipo de cuestiones no pasan sin tener consecuencias y para que no se vuelvan a repetir”. Remarcó que “la sensación de impunidad puede ser grave para todos”.