Unos 720 millones de personas viven en las montañas

- Este miércoles se celebra el Día Internacional de las Montañas

MADRID
SERVIMEDIA

Alrededor de 720 millones de personas viven en las montañas, que abarcan un 27% de la superficie de la tierra y desempeñan un papel crucial en el avance del mundo hacia el crecimiento económico sostenible.

Con motivo del Día Internacional de las Montañas, que se celebra este miércoles, la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), indica que estos parajes benefician “indirectamente” a miles de millones de personas que viven en las tierras bajas. “Suministran agua dulce, energía y alimentos, recursos que serán cada vez más escasos en las décadas futuras”, apunta.

Sin embargo, la FAO señala que las montañas también albergan “un alto grado de pobreza y son extremadamente vulnerables al cambio climático, la deforestación, la degradación de los suelos y los desastres naturales”.

“El reto está en identificar oportunidades nuevas y sostenibles que puedan aportar beneficios tanto a las comunidades de las tierras altas como de las tierras bajas y contribuir así a erradicar la pobreza sin por ello contribuir a la degradación de los frágiles ecosistemas de montaña”, apostilla.

AGUA DULCE A MÁS DE LA MITAD DE LA POBLACIÓN

Por otro lado, subraya que las montañas proveen de agua dulce a al menos la mitad de la población mundial. De hecho, aportan entre el 60 y el 80% del agua dulce en el mundo, sin la cual el desarrollo sostenible, cuya meta es eliminar la pobreza y el hambre, no sería posible.

La FAO recuerda que la producción interna de alimentos en Egipto descansa casi totalmente en las aguas del río Nilo, que fluye desde las montañas de Etiopía y la cuenca del lago Victoria; las montañas de Hindu Kush e Himalaya, en Pakistán, suministran el 80% de la irrigación en la cuenca del río Indo, que provee de alimento a unos 180 millones de personas; las poblaciones de las zonas costeras de los Andes dependen en gran medida del agua proveniente de las montañas para la producción alimenticia, y algunas de las ciudades más grandes del mundo, como Nueva York, Río de Janeiro, Nairobi, Tokio y Melbourne, dependen del agua dulce de las montañas.

Además, recalca que los pueblos de las regiones montañosas figuran entre los más pobres y desfavorecidos, y se enfrentan “a menudo a la marginación política, social y económica, así como a la falta de acceso a los servicios básicos de salud y educación”.

“En el curso de las generaciones, los pueblos de las montañas han aprendido a convivir con la amenaza de los peligros naturales y han desarrollado y adaptado apropiadamente sus sistemas de uso de la tierra para hacerlos resistentes a los riesgos. Sin embargo, es evidente que las regiones montañosas se han vuelto cada vez más sujetas a desastres en las últimas décadas”, añade.

Para afrontar estos desafíos, la ONU aboga por “enfoques integrados, holísticos y participativos que aborden todos los aspectos de la sostenibilidad”, tales como el agua, la diversidad biológica, el turismo y la infraestructura.

“El desarrollo sostenible y la protección de las regiones de montaña, además del mejoramiento de las condiciones de vida locales, debería ser el núcleo de la legislación en materia de zonas montañosas. Dicha legislación debe abordar la protección de las minorías étnicas y la herencia cultural de los pueblos de las montañas, así como reconocer los derechos de propiedad comunitarios. Muchas cadenas montañosas son transfronterizas, de manera que el desarrollo sostenible de las zonas montañosas requiere de la cooperación internacional”, concluye.

(SERVIMEDIA)
11 Dic 2013
MGR/gja