"Ya solo falta que entre en carroza", dijo Llamazares a Servimedia, después de que el juez decano de Palma de Mallorca haya autorizado a la Infanta a acceder en coche a la Audiencia el próximo día 8 de febrero.

Denunció que el Gobierno, el Ministerio del Interior y la Fiscalía siguen "sobreactuando" con una estrategia "de blindaje" de la Infanta, que está imputada, al mismo tiempo que "cuestionan" al juez instructor del caso.

La decisión de no recurrir la imputación, denunció, parecía una posible "aceptación de la igualdad de todos ante la Justicia", pero después todas las decisiones demuestran una continuación de esa "estrategia de blindaje y privilegios que nada tienen que ver con esa idea".

La entrada de la Infanta a la Audiencia sería "un tema menor", aseguró Llamazares, si no fuera un "símbolo" de que la Familia Real, sin tener un estatuto específico, aplica en la práctica "un estatuto implícito que está muy cercano a un estatuto de impunidad", algo "inaceptable" en un régimen democrático.