Así lo explicó este miércoles el doctor Francisco Kovacs, presidente de la Fundación Kovacs, quien ha realizado un estudio que ha seguido a 9.023 pacientes tratados con esta tecnología en los Servicios de Salud de Madrid, Cataluña, Baleares, Asturias y Murcia, analizando todos los factores clínicos, radiológicos, demográficos, sociales y laborales que podían influir en su evolución.

Este tratamiento, cuya eficacia, seguridad, efectividad y eficiencia ya estaban avaladas, es el único que se aplica en la práctica clínica rutinaria del SNS sometido sistemáticamente a mecanismos validados de seguimiento de sus resultados, es decir, vigilancia postimplantación.

En esta ocasión, la fiabilidad de los datos emanados de estos mecanismos ha sido refrendada por la principal revista científica internacional en el campo de las dolencias del cuello y la espalda, ‘The Spine Journall’.

El especialista resaltó la importancia de que por primera vez se haya realizado una vigilancia postimplantación a los pacientes que se han acogido a este tratamiento. A su juicio, debería extenderse a todos los procedimientos intervencionistas y rehabilitadores, puesto que así se podrían conocer las características de las personas en las que funciona un determinado tratamiento.

En concreto, este estudio, que ha contado también con la participación de la doctora Ana Royuela, ha estudiado decenas de variables a las personas que se les ha realizado el seguimiento, cuyos resultados están volcados en esta herramienta informática disponible para médicos y pacientes en la web 'www.pronosticoNRT.es' y permite que el resto de pacientes sepa a partir de sus semejanzas con cada perfil si el tratamiento será efectivo.

La intervención neurorreflejoterápica contra el dolor de cuello y espalda ha demostrado ser efectiva en el 85% de las personas, “pero es importante evitar al 15% restante que se someta a este tratamiento de forma innecesaria”, apuntó el presidente de la Fundación Kovacs, quien comentó que si se extendiera todavía más el uso de este tratamiento, se podrían ahorrar cientos de millones de euros al SNS.

Por último, criticó que no se extiendan sistemas de evaluación de más intervenciones, “lo que hace que se financien con dinero público tecnologías inútiles, y no otras que sí son eficaces”, indicó el doctor Francisco Kovacs.