Pérez señaló que no sólo emigran las personas, sino también su cultura, por lo que indicó que a través de la migración esta práctica se está extendiendo por todo el mundo.

No obstante, recordó que en España la mutilación genital está castigada por la ley, por lo que quienes la practican suelen viajar a sus países de origen para realizarla. “La ablación se convierte en un ritual, una festividad en la que participa toda una aldea y que celebra el paso de niña a mujer”, declaró la directora.

Para erradicar esta práctica, UNAF realiza cursos de sensibilización en los que les conciencia de las consecuencias y problemas que produce esta práctica.