Preguntado al respecto en la rueda de prensa posterior al Consejo Ejecutivo del Gobierno catalán, Homs no quiso comentar expresamente las palabras de un embajador como Costos, quien dijo esta mañana en el Foro España Internacional, en Madrid, que, ante una hipotética independencia de Cataluña, las empresas norteamericanas "tendrán que adaptarse".

Para el portavoz del Govern, el mundo de la empresa y la economía ha demostrado sobradamente que es de naturaleza “adaptativa”, que busca la eficiencia y sus resultados, pero se va amoldando a las circunstancias políticas, y los gobiernos tienen que supeditarlos a la voluntad de la mayoría de los ciudadanos. “Más allá de lo que digan algunos propagandistas del Estado español, las empresas saben adaptarse”, manifestó.

Homs se apoyó en los datos del Gobierno catalán que atestiguan un incremento de las inversiones extranjeras en Cataluña pese a la intensidad del debate político sobre el proceso soberanista. Estos niveles de inversión atestiguarían, a su juicio, que Cataluña “tiene condiciones de atractivo” y “es un valor seguro” sea cual sea su situación política, y “destrozan titulares” como los que advierten de que la independencia hundiría su economía.