Las organizaciones sindicales denunciaron en un comunicado la “falta de solidez” y la “dispersión” de las propuestas del documento del ministerio, ya que consideran que “no recoge las propuestas sindicales” y “no ha existido un verdadero diálogo social”.

El contenido del documento, aprobado por el Consejo de Ministros el pasado 11 de julio, está “repleto de una gran variedad de infinitivos carentes de instrumentos, financiación y planes de actuación”, y, aunque incluye muchas propuestas analizadas “desde hace décadas por los agentes implicados”, siguen siendo “meros alegatos exentos de la aplicación de las medidas necesarias”.

Por ello, los sindicatos exigieron “diálogo” y una apuesta “más sólida” para reforzar la industria española, cuyas conclusiones e iniciativas “se compartan con los distintos organismos implicados”, tanto públicos como privados, y servir de base para formalizar un plan de acción que asegure el fortalecimiento y desarrollo del sector. En este sentido, los sindicatos explicaron que la industria debe superar las “deficiencias estructurales” de la economía española, que viene marcada por “el acelerado descenso del peso de los sectores industriales en detrimento de los servicios”.

AJUSTES VÍA PRECIOS

Asimismo, las organizaciones reprocharon que el Gobierno asegure que las medidas de consolidación fiscal y las reformas estructurales hayan estabilizado la economía sentando las bases para el relanzamiento de la actividad productiva “cuando lo cierto es que la actividad industrial no solo está debilitada sino que el tejido industrial viene perdiendo capacidad de actuación”.

“Con menos énfasis pero con especial relevancia se sigue apostando por la reducción del coste laboral unitario”, apuntaron los sindicatos, que subrayaron que la “inaniación política” en materia industrial “ha favorecido la pérdida de dos millones de empleos de la misma”.

A juicio de los sindicatos, el Gobierno “sigue sin comprender que las industrias más competitivas se caracterizan por los altos salarios y la mejor calidad de las condiciones de empleo”, al tiempo que Industria “sigue sin reconocer la evidencia de que la mejora de la competitividad de la industria española no se debe a la reducción de los costes laborales”

Por el contrario, las propuestas sindicales, aseguraron CCOO y UGT, están dirigidas hacia una industria encaminada a la producción de bienes de alto valor agregado, “pues competir en precios es una tarea casi imposible.” Mientras, “el contenido del documento del Ministerio continúa clamando por seguir ajustando la economía vía precios, liberalizando el mercado de trabajo y reduciendo los costes laborales”, añadieron.