De acuerdo con el parte, Donoha dio resultados negativos en las pruebas del ébola y la malaria, que fueron realizadas por el Instituto de Salud Carlos III. Fue a las ocho y media cuando se descartó que la religiosa pareciera el virus del Ébola. Sin embargo, la prueba será repetida en cuatro días.

Horas antes, a las cinco menos ocho minutos de la tarde, se suspendía el tratamiento antimalárico que se aplicaba a la monja. Y es que desde su llegada a las nueve de la mañana de ayer se procedió a aplicar los mismos cuidados paliativos que recibe el sacerdote víctima del ébola, según apuntaron fuentes del hospital a Servimedia.

En general, “la paciente se encuentra asintomática, sin fiebre, bien hidratada y con buen estado general”, aseguran desde el hospital. No obstante, “se mantendrán las medidas de control y seguridad hasta confirmar el resultado de las sucesivas pruebas microbiológicas”, explicaban en el parte médico.

Por su parte, el estado del sacerdote Miguel Pajares es un interrogante pues ha negado la autorización pedida ayer por parte del centro médico para hacer públicos sus partes. Incluso, en un primer momento y de acuerdo con el hospital, Juliana Donoha habría negado la publicación de estos; algo a lo que ,finalmente, accedió.

A pesar de la falta de información, en la puerta del Hospital Carlos III de Madrid, en cuya sexta planta está el religioso, se habla de “estabilidad” en cuanto a la salud del religioso.