En declaraciones a Servimedia, la presidenta de la FAPE, Elsa González Díaz, recalcó la necesidad de combinar la información con el respeto al paciente y a su intimidad, así como de evitar alarmas innecesarias en la población. “La cantidad en la información no puede afectar a la calidad”, reseñó Díaz, si bien consideró que la publicación de imágenes e identidades, en este caso, responde al interés informativo.

Elsa González hizo hincapié en que la responsabilidad periodística y las buenas prácticas cobran un valor especial en este tipo de casos en los que las informaciones se suceden de forma constante: “Tanto la Comisión Ética como la Asociación de Periodistas de la Salud, vinculada a la FAPE, vienen insistiendo en que la información debe elaborarse con fiabilidad y con un lenguaje cercano y accesible, pero riguroso y veraz”.

La presidenta de la FAPE recalcó también el destacado papel que cumplen en estos momentos los periodistas especializados en el área de salud al conocer los términos, los actores de la información y valorar las fuentes.

En la misma línea se posicionó la Asociación Nacional de Informadores de la Salud (ANIS), quien hizo un llamamiento este martes a las administraciones sanitarias y a los medios de comunicación para que ofrezcan información veraz, rigurosa y transparente.

A través de un comunicado, ANIS quiso recordar a las administraciones sanitarias algunos principios básicos que deben ser respetados para llevar a cabo una correcta gestión informativa de la crisis, como ofrecer toda la información disponible, evitar rumores y mensajes contradictorios, respetar la intimidad de los afectados o proporcionar portavoces expertos que mantengan un contacto periódico con los medios.

Asimismo, la asociación pidió a los responsables de los medios de comunicación que seleccionen fuentes expertas, eviten los bulos y la especulación, y pongan profesionales especializados en salud al frente de la información de esta crisis.