En rueda de prensa, Sánchez argumentó que todos los ciudadanos han visto “las atrocidades, matanzas, violaciones de los derechos humanos” perpetrados por los integrantes de esas milicias, que han obligado a medio millón de personas a huir de sus hogares y a quedar “abandonados a su suerte”.

Iraq, subrayó, ha pedido ayuda a la comunidad internacional para proteger a su población, y el PSOE considera que el terrorismo “tiene que ser combatido con toda rotundidad y firmeza” por parte de los países democráticos, puesto que se trata de una amenaza global, también para España.

Sánchez argumentó además la “vocación mediterránea” de España, su relación estratégica con el Magreb, el vínculo con países árabes, para apoyar ese envío, aunque con propuestas “complementarias”, como la petición al Gobierno de que impulse una estrategia política integral y coherente a largo plazo para apoyar los procesos democráticos y de reconciliación nacional.

Aseguró que es consciente de los “riesgos y dilemas” de esa misión, pero la seguridad de España “también depende de lo que ocurre en otras partes del mundo” y la política exterior debe ser “activa, decidida y comprometida”.

Pese a ello, pidió que todos los detalles de la operación sean explicados por el Gobierno en el Congreso de los Diputados, como obliga la reforma legal que fue impulsada por el PSOE para garantizar esa información.

Sánchez dijo semanas atrás que respaldaba esa coalición internacional pero no el envío de tropas, y este lunes explicó que esos militares no son enviados a combate directo sino a formar a fuerzas de esos países. En todo caso, añadió, España no puede estar “al margen de sus compromisos”.