Un millón de filipinos sigue en refugios temporales un año después del tifón 'Haiyan'

MADRID
SERVIMEDIA

Un millón de filipinos continúa en refugios temporales un año después del paso del tifón 'Haiyan', según indicó este viernes la organización Acción Contra el Hambre, que ha prestado ayuda a más de 555.000 personas.

En un encuentro con los medios, la organización hizo balance de su trabajo frente a la crisis producida por el paso del tifón por Filipinas, donde su labor se enfocó en cuatro aspectos básicos: nutrición, apoyo psicosocial, agua y saneamiento, y seguridad alimentaria. “Nuestro objetivo era lograr una intervención integral en los cuatro aspectos”, destacó la responsable geográfica de las acciones en la zona, Mónica Costa.

El 8 de noviembre de 2013, el tifón 'Haiyan' golpeó las islas filipinas de Leyte y Samar con una fuerza de 300 kilómetros por hora. Como resultado, 14 millones de personas se vieron afectadas, cuatro millones se quedaron sin hogar y hubo 6.300 víctimas mortales. El conjunto de organizaciones internacionales cifró en 776 millones de dólares la cantidad necesaria para hacer frente al llamamiento de emergencia, del cual se ha recibido el 60%: 468 millones.

No obstante, un millón de personas continúa en refugios temporales ante la reducción de los fondos internacionales de los últimos meses. Acción Contra el Hambre está inmersa en una fase de rehabilitación de la zona, para la que impulsó las transferencias monetarias.

“No es tanto un enfoque asistencialista, sino que ofrecemos una transferencia a la población, que supervisamos y controlamos, pero les damos cierta libertad económica, una forma de construir dignidad en las propias personas afectadas”, indicó el director técnico de la organización, Amador Gómez.

“En esta segunda fase, la nutrición la estamos trabajando con los centros de salud; en agua y saneamiento nos estamos centrando en la rehabilitación de los sistemas, así como en la instalación de sistemas en las casas transitorias; y estamos brindando apoyo psicosocial a mujeres embarazadas, en etapa de lactancia o con hijos menores de cinco años, porque somos conscientes de que las secuelas psicológicas van a perdurar”, aseguró Costa.

La organización incidió en las necesidades actuales de la población, como la reconstrucción de los albergues temporales, el auge de la economía local y del tejido productivo, la organización social y, más importante, la gestión de riesgos ante desastres en el segundo país con más daños por fenómenos naturales del mundo.

“Podemos evitar que los tifones se conviertan en desastre, por ello aplicamos un enfoque de gestión de riesgos. Por ejemplo, promovemos que cultiven cocoteros más bajos para que estén menos expuestos; enseñamos a los pescadores cómo pueden proteger sus botes; utilizamos materiales más resistentes en las instalaciones de agua y saneamiento y enterramos las tuberías”, señaló la responsable del departamento de reducción de riesgos y desastres, Ana Sánchez, quien afirmó que con todo ello consiguen reducir el riesgo de desastres.

Por su parte, otra de las ONG que trabaja en la zona, Oxfam Intermón, recordó la importancia de actuar con rapidez para salvar vidas en crisis humanitarias, así como la necesidad de contar con fondos de emergencia permanentes.

“A pesar de la importante cantidad de ayuda humanitaria proporcionada, las familias aún siguen teniendo dificultades para encontrar los recursos necesarios para recuperar sus medios de vida, lo que incrementa el riesgo de pobreza en una región ya de por sí pobre”, señaló a través de un comunicado la ONG, que ha atendido este año a cerca de 900.000 personas afectadas por el tifón.

(SERVIMEDIA)
07 Nov 2014
ACG/caa