Medio ambiente

Un 44% los grandes ríos del mundo han perdido agua en 35 años

- Mientras un 17% de los más pequeños ganan caudal aguas arriba, según un estudio

MADRID
SERVIMEDIA

Casi la mitad de los grandes ríos del planeta (concretamente, un 44%) han experimentado una reducción del caudal que fluye aguas abajo a lo largo de los últimos 35 años, mientras que solo un 12% han ganado agua en ese tiempo.

Por el contrario, un 17% de los ríos más pequeños han incrementado aumentos aguas arriba y un 9,9%, una disminución de sus caudales.

Esos cambios tienen implicaciones para las inundaciones, la alteración de los ecosistemas, la interferencia en el desarrollo de la energía hidroeléctrica y el suministro insuficiente de agua dulce.

Esos datos figuran en un estudio realizado por universidades de las universidades de Massachusetts Amherst y de Cincinnati (Estados Unidos), y publicado en la revista ‘Science’.

Este trabajo cartografía por primera vez 35 años de cambios en los ríos a escala global al analizar 6.167 tramos de aguas abajo en ríos grandes y casi 1,5 millones de ríos más pequeños que corren aguas arriba en el planeta.

Los intentos anteriores de cuantificar los cambios en los ríos a lo largo del tiempo solo se han centrado en tramos de salida específicos o en una parte de la cuenca trasera de un río, según Dongmei Feng, de la Universidad de Cincinnati.

“Como sabemos, los ríos no están aislados. Así que, incluso si nos interesa un lugar, tenemos que pensar en cómo se ve afectado tanto aguas arriba como aguas abajo. Pensamos en el sistema fluvial como un sistema integral, conectado orgánicamente. La conclusión de este artículo es que los ríos responden a factores (el cambio climático o la regulación humana) de manera diferente y nosotros proporcionamos los detalles más precisos de esas respuestas”, añade Feng.

DESCARGA

El caudal, también conocido como descarga, describe la cantidad de agua que fluye a través de un río, medida en metros cúbicos por segundo o galones por día.

Actualmente, el caudal se mide arrastrando manualmente una herramienta (un perfilador de corriente acústica Doppler) por la superficie de un río y luego combinándola con otra medición automática de la profundidad para calcular el caudal a lo largo del tiempo.

Debido a que este enfoque solo mide el caudal en una ubicación específica y en un momento específico, los datos sobre los caudales son extremadamente limitados.

“Hay alrededor de 10 a 15.000 porciones infinitesimalmente pequeñas en todo el mundo donde conocemos el caudal de los ríos, eso es todo, entre millones y millones de kilómetros de ríos”, recalca Gleason, profesor de ingeniería civil y ambiental en la Universidad de Massachusetts Amherst.

Feng y Gleason desarrollaron un nuevo método que utiliza datos satelitales y modelos informáticos para capturar el caudal de tres millones de tramos fluviales de todo el mundo.

“Eso es cada río, todos los días, en todas partes, durante un período de 35 años. Algunos de estos ríos están cambiando a un ritmo del 5 o 10% anual. Es un cambio muy, muy rápido. No teníamos idea de cuáles eran esos caudales ni de cómo estaban cambiando (qué ríos ya no son como antes). Ahora lo sabemos”, resume Gleason.

AGUA POTABLE Y RIEGO

Las disminuciones significativas observadas en los ríos de aguas abajo significan que hay menos agua dulce disponible en las partes más grandes de muchos ríos en todo el mundo, lo que tiene importantes repercusiones en el agua potable y el riego.

“Si las comunidades que utilizan el agua del río para riego y agua potable están disminuyendo, ¿se trata de un uso sostenible? ¿Pueden hacer crecer su pueblo? ¿Pueden hacer crecer su ciudad? ¿Pueden aumentar la cantidad de acres en producción? ¿Puede el río sustentarlo? No sabemos exactamente por qué, pero sí sabemos que eso es lo que podría significar”, indica Gleason.

La reducción del caudal también significa que el río tiene menos potencia para mover la tierra y las pequeñas rocas del lecho fluvial. El movimiento de estos sedimentos río abajo forma deltas y es un proceso importante para contrarrestar el aumento del nivel del mar, por lo que esta pérdida de potencia resulta perjudicial para los deltas, especialmente a la luz de la construcción de presas modernas que limitan la cantidad de sedimentos disponibles para mover.

INUNDACIONES

Los ríos más pequeños que se encuentran aguas arriba (normalmente los más cercanos a las montañas) muestran un patrón inverso, pues un 17% está experimentando un aumento en el caudal.

Este incremento del volumen en estos pequeños ríos puede tener grandes impactos en las comunidades que los rodean. Los investigadores detectaron un aumento de un 42% en las grandes inundaciones de estos pequeños arroyos.

“Las inundaciones son desastrosas para los humanos, pero para las especies que viven río arriba pueden ser ventajosas”, añade Feng. De hecho, proporcionan nutrientes importantes y un medio de transporte para los peces migratorios.

Este aumento del caudal río arriba también puede suponer un obstáculo inesperado para los planes de energía hidroeléctrica, en particular en las altas montañas de Asia, en lugares como Nepal y Bután. “Implica que la erosión es mucho más importante que antes y transporta más sedimentos río abajo”, afirma Feng. Supone un problema para los países que buscan desarrollar más energía limpia porque estos sedimentos pueden obstruir las centrales hidroeléctricas.

Los investigadores apuntan que los impulsores generales de esos cambios en los ríos se deben en gran medida al cambio climático y actividades humanas como obtener agua para beber o la agricultura, así como el vertido de aguas residuales.

“En las regiones de aguas arriba de los ríos, las precipitaciones aumentan en general. el deshielo en las zonas altas, que suelen ser frías, es probablemente más sensible al cambio climático, por lo que el deshielo ha ido aumentando en estas regiones”, subraya Feng.

(SERVIMEDIA)
15 Dic 2024
MGR/clc/pai