En declaraciones a los periodistas en el marco de la quinta edición del ‘Spain Investors Day”, el número dos de Hacienda indicó que “la presión fiscal en España no es necesario que exceda de un rango del 38-39% del PIB”.

“Si con la mejora de la actividad económica” y “sin cambiar los impuestos se recauda más, consideramos que no es necesario mantener esos tipos y se procedería a bajar de nuevo lógicamente los impuestos”, dijo Ferre.

En este sentido, el secretario de Estado indicó que “consideramos que no es necesario para España que la presión fiscal esté por encima” del 39% del PIB.

Preguntado por si ese recorte de impuestos será adicional al ya contemplado en la reforma fiscal para 2016, Ferre aseguró que “evidentemente”. En todo caso, señaló que se decidirá “cuando se vea en su momento cuál es la recaudación”.

Si de una mejora de la recaudación tributaria “se deriva que la presión fiscal es superior a esa referencia, consideramos que no es necesario recaudar tanto en España y se volverían a hacer reducciones de impuestos”.