Educación. La mejora del abandono temprano no la han notado los sectores más desfavorecidos

- Segú un estudio de Fundación Europea Sociedad y Educación

MADRID
SERVIMEDIA

La reducción del abandono educativo temprano durante la crisis ha beneficiado mucho más a los alumnos de entornos favorecidos, según explicó este jueves el profesor de la Universidad de Barcelona Jorge Calero, en la presentación del trabajo 'Reflexiones sobre el sistema educativo español' de la Fundación Europea Sociedad y Educación.

Patrocinado por la Fundación Ramón Areces, contiene ocho artículos con información y recomendaciones sobre diversos aspectos de la educación española.

Calero ha analizado la situación de aquellos sectores de población más desfavorecidos, y ha llegado a la conclusión de que los 10 puntos de mejora en el abandono escolar durante la crisis (ha pasado del 31 al 21,3% de 2008 a 2015) ha beneficiado mucho más a los alumnos de las capas más favorecidas.

El 20% del alumnado con menos recursos apenas ha visto reducirse la tasa de abandono educativo, lo que viene a abundar en la brecha socioeconómica que ya existía en este terreno.

Según Calero, durante las décadas de 1980 y 1990 la escolarización se extendió a capas más amplias de la población, mientras que durante la bonanza económica de principios de siglo el abandono escolar temprano creció de forma desmesurada.

Por otro lado, Calero reflexionó sobre la “selección” económica y sociocultural que los centros concertados realizan al exigir de forma más o menos encubierta dinero a las familias.

Por ello, “no es trivial” que una Administración decida destinar más fondos a la red concertada en lugar de a la pública. El tipo de usuario de la primera “sintoniza mejor con el sistema educativo y está seleccionado en función de su origen sociocultural”, afirmó. Esto explica el mejor rendimiento académico de estos centros, que “no se debe a un mejor método educativo”.

“Son más baratos, pero no mejores”, concluyó.

El trabajo presentado en Madrid también recomienda ampliar la educación gratuita a los dos años de edad; generalizar la cultura de la evaluación del sistema; vincular los incentivos económicos del profesorado a sus resultados y no a factores externos como la antigüedad, y fomentar la formación de adultos con distintas estrategias, como la entrega de “bonos” a los usuarios en lugar de a las empresas.

(SERVIMEDIA)
11 Jun 2015
AGQ/gja