Las dos principales ciudades de Sudán del Sur, Juba y Bor, han registrado por el momento más de 700 casos de cólera que han causado un total de 32 muertes, de las cuales un 20% son de niños de menos de cinco años de edad.

Para Jonathan Veitch, representante de Unicef en Sudán del Sur "una de las formas más contundentes de responder a este brote es dando a los niños en edad escolar la información y herramientas que necesitan para protegerse a sí mismos y a sus familias".

En Ecuatoria Central, donde está localizado el brote, los alumnos y profesores en las escuelas cercanas a los focos de cólera han invitado a Unicef a realizar visitas a los colegios para concienciar sobre los principales factores de riesgo. Unos 1.340 alumnos y 30 profesores ya se han beneficiado de esta información vital, cuyo objetivo es llegar a 150 escuelas.

Unicef trabaja junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Ministerio de Sanidad para dar una respuesta eficaz al brote de cólera mediante la concienciación sobre la higiene y la manipulación segura de alimentos.

Insiste en la formación que reciben los niños y les anima a concienciar tanto a sus propias familias como su comunidad de los riesgos de la enfermedad y de las pautas que se deben seguir para prevenirla, una labor esencial en un país con una tasa de analfabetos que ronda el 70%.

La organización internacional también advirtió de que la expansión del brote más allá de su posición actual, especialmente a los estados afectados por conflictos, sumado a la carencia de servicios de salud operativos -184 instalaciones han cerrado o han sido destruidas en las zonas de conflicto- podrían llevar a una pérdida devastadora de vidas.