En declaraciones a los periodistas antes de participar en la clausura de la Junta Directiva de la patronal de pequeñas y medianas empresas Cepyme, el secretario de Estado se refería así a las palabras de Mas sobre la posibilidad de que Cataluña no pagara su parte de la deuda pública española.

Fernández de Mesa explicó que el Gobierno puso en marcha en 2012 el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), una herramienta “muy importante” porque las comunidades “no tenían acceso a los mercados”.

El FLA, recordó, ha permitido hacer frente al vencimiento de deuda en Cataluña y financiar su déficit público, algo que ha permitido “seguir prestando los servicios básicos”. En este sentido, quiso dejar claro que Cataluña ha sido la región española que “más se ha beneficiado” del mismo al recibir el 33% de los fondos.

A ello se une, subrayó, que este año el coste de financiación del FLA para Cataluña es cero. “Es importante tener en cuenta que España ha hecho un ejercicio de solidaridad con Cataluña”, lo que permite a la región ser una de las “más dinámicas” y de las que “más exporta”, lo que “ayuda a España a crecer”.

Por otra parte, el 'número dos' de Economía indicó que los inversores internacionales están pendientes de las reformas que se está acometiendo desde el Gobierno y de la capacidad de crecimiento del país, para agregar que “el fenómeno secesionista en Cataluña lo ven como una opción que no es racional”.

“No beneficia ni a Cataluña ni al resto de España, y cuando algo no beneficia a ninguna de las dos partes no se produce; es algo que no es ejecutable, porque la economía catalana están inmersa dentro de la española”, aseguró.

Según Fernández de Mesa, los inversores miran la capacidad de reformas y que éstas continúen pues han tenido un “efecto positivo”. Así, apeló a que la inversión directa sigue aumentando en Cataluña y el conjunto de España, porque “cuando las cosas se hace bien, el país el solvente y crece, apuestan por él”.

De esta manera, afirmó que la “mayor preocupación” de los inversores es que haya una “marcha atrás” en las reformas, que la independencia “no es practicable” y no está en la agenda de preguntas y preocupaciones de los inversores.