Shakira y Unicef piden al mundo más inversión para los niños menores de 8 años

- Indican que más de 200 millones de niños no alcanzan todo su potencial de desarrollo

MADRID
SERVIMEDIA

La cantante Shakira, que es Embajadora de Buena Voluntad de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), instó este martes a los líderes mundiales que aumenten la inversión en el desarrollo de la primera infancia, basándose en las nuevas teorías científicas sobre los efectos duraderos de la privación y el estrés en el cerebro de los niños durante su desarrollo.

Shakira participó hoy en un acto privado en la sede de la ONU en Nueva York junto al director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake; el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon; el director del Centro para el Desarrollo del Niño de la Universidad de Harvard, Jack P. Shonkoff, y dirigentes empresariales.

El acto se celebró en la víspera del anuncio esta semana de los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible, que oficialmente incluyen el desarrollo en la primera infancia como parte de la agenda internacional entre 2015 y 2030.

La primera infancia es el periodo que transcurre desde el nacimiento hasta los ocho años, cuando el cerebro y el cuerpo del niño crecen más rápidamente. Durante el primer año de vida se conectan casi 1.000 neuronas por segundo, creando así los cimientos de la vida del menor y configurando su desarrollo cognitivo, emocional y social.

“Más de 100 millones de niños no están escolarizados y 159 millones niños y niñas menores de cinco años se encuentran física y cognitivamente retrasados en su desarrollo debido a la falta de atención y de una nutrición adecuada. Cada año que pasa sin que hagamos una inversión importante en el desarrollo de la primera infancia y en iniciativas que aborden estos temas, millones de niños nacerán atrapados en el mismo ciclo de pobreza y falta de oportunidades”, dijo Shakira.

La artista colombiana añadió que “Unicef y yo hemos unido nuestras fuerzas y estamos aquí hoy porque invertir temprano en los niños es una cuestión urgente y no hay un instante que perder”.

FACTORES DEL ENTORNO, NO SÓLO GENÉTICOS

Unicef explicó que el desarrollo cerebral es más intenso durante la primera infancia, ya que las casi 1.000 conexiones neuronales por segundo forman la base de la salud y el bienestar del niño, incluyendo su capacidad permanente de aprender, de adaptarse a los cambios y de hacer frente a la adversidad.

Sin embargo, apuntó que casi una tercera parte de todos los niños menores de cinco años que viven en países de bajos y medianos ingresos están creciendo en ambientes y situaciones que pueden interferir con este período de rápido crecimiento y desarrollo.

Las nuevas investigaciones científicas muestran que los cerebros en desarrollo de los niños pequeños están bajo el efecto de los factores del entorno, lo mismo que ocurre con los factores genéticos. Una nutrición inadecuada, la falta de estímulo y el estrés tóxico pueden tener repercusiones negativas en el desarrollo del cerebro.

Unicef recalcó que estas investigaciones indican también que las intervenciones tempranas y rentables, como fomentar la lactancia materna o leer y jugar con los niños, así como los programas oficiales de educación de la primera infancia, sirven para fortalecer el desarrollo saludable del cerebro.

BENEFICIOS

Estos hallazgos presentan importantes implicaciones para los niños que crecen en la pobreza extrema, expuestos a la violencia doméstica o en países afectados por conflictos y otras crisis. Todos estos factores que actúan sobre el cerebro en desarrollo pueden alterar realmente la expresión de los genes, afectando potencialmente a la próxima generación.

“Lo que estamos aprendiendo acerca de todos los factores que afectan al cerebro de un niño (si se alimenta bien su cuerpo, si se estimula su mente, si está protegido contra la violencia) debe cambiar la forma en que pensamos sobre el desarrollo en la primera infancia… y en la manera en que actuamos”, dijo el director ejecutivo de Unicef, Anthony Lake, quien agregó que “para dar a cada niño una oportunidad justa en la vida, necesitamos invertir al comienzo, invertir equitativamente e invertir inteligentemente no sólo en la educación, sino también en la salud, la nutrición y la protección”.

De hecho, Unicef indicó que la inversión en la primera infancia es una de las formas más rentables de lograr el desarrollo sostenible. Un estudio sobre el aumento de la matriculación preescolar en 73 países concluyó que, por cada dólar invertido, los salarios futuros aumentaban de 6 a 17 dólares, lo que indica beneficios potenciales a largo plazo que oscilan entre los 11.000 millones y los 34.000 millones de dólares.

La escala entre los costos y los beneficios demuestra que por cada dólar que se gasta en mejorar el desarrollo en la primera infancia, los beneficios pueden ser como promedio de 4 a 5 veces mayores que la cantidad invertida y, en algunos casos, mucho más aún.

(SERVIMEDIA)
22 Sep 2015
MGR/gja