Poco después, se reunió el Consejo Nacional del Agua, en el que están representados el Gobierno estatal, las comunidades autónomas, municipios, regantes, ecologistas y agricultores, entre otros colectivos, y en el que previsiblemente se aprobarán los nuevos planes de cuenca de todas las demarcaciones hidrográficas.

El manifiesto señala que “la existencia del Trasvase Tajo-Segura condiciona toda la gestión del río e impide que se tomen las medidas necesarias para revertir su deterioro y mejorar su estado", lo que priva "a toda la ciudadanía del Tajo y a sus pueblos ribereños de un patrimonio ecológico, social, cultural, paisajístico y económico de primer orden”.

El pasado sábado, miles de personas salieron a la calle en Sacedón (Guadalajara); Aranjuez (Madrid); Toledo, Talavera de la Reina y Carpio del Tajo (Toledo); Candeleda (Ávila); el Gordo (Cáceres) y 13 localidades de Portugal, entre ellas Lisboa, para reclamar “la recuperación del Tajo para todos los ciudadanos”.

A las puertas de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, la consejera de Fomento de la Junta de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, denunció ante los periodistas que los nuevos planes hidrológicos de cuenca previsiblemente serán aprobados por el Consejo de Ministros con un plazo muy reducido para que los nuevos gobiernos autonómicos surgidos de las urnas el pasado el pasado 24 de mayo presentaran alegaciones.

“Los planes nacen obsoletos porque los datos que se han tenido en cuenta para configurarlos son de los años 90, que nada tienen que ver con la realidad actual”, apuntó, antes de destacar que los cuatro planes que afectan a Castilla-La Mancha “no son buenos para los intereses de sus ciudadanos” y que el del Tajo “no tiene en cuenta cómo afecta el trasvase al río”.

“Hay que buscar alternativas de una forma sosegada y dialogada al trasvase. El trasvase no es el futuro, la realidad es que no hay agua. Todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha han podido comprobar cómo están los pantanos de cabecera. Cada vez hay menos agua en el río. Queremos alternativas que sean buenas para todos los territorios de España”, añadió.

“CADAVÉRICO”

Por su parte, el coordinador de la Red del Tajo y presidente de la Plataforma de Toledo en Defensa del Tajo, Alejandro Cano, denunció que el próximo plan de cuenca “perpetúa el estado cadavérico” del río a lo largo de su recorrido y cuenta con el rechazo de “todos los municipios ribereños del Tajo y de sus ríos”.

“Mantiene el secuestro que tiene el río desde su cabecera por el trasvase y se ejecuta a espaldas de la Directa Marco del Agua porque no establece caudales ecológicos en los puntos más importantes de la cuenca. Es nefasto para el río y posterga la salud del Tajo a 2021 e incluso más allá", dijo.

Por su parte, Miguel Méndez, de la Plataforma en Defensa del Tajo y el Alberche de Talavera de la Reina, reivindicó la recuperación medioambiental. “No queremos cloacas, sino un caudal ecológico de verdad, no ese caudal legal que aprobó el plan hidrológico anterior y que no es más que un paripé para que siga teniendo preferencia la cuenca receptora, es decir, los regadíos y la especulación inmobiliaria del Levante”, recalcó.

Méndez indicó que dos ciudades patrimonio de la humanidad como Toledo y Aranjuez, por los que transcurre el Tajo, “están rodeadas por una cloaca” y destacó que contra el plan de cuenca anterior hay iniciativas presentadas ante el Tribunal Supremo y la UE.

Por último, José Luis Álvarez, de la Asamblea por la Defensa del Río Tajo en Aranjuez, lamentó que esta localidad tenga cerradas las “playas naturales” y los ciudadanos no puedan bañarse. “Pedimos que se establezca un régimen de caudales naturales que fije periodos de crecida del estiaje, queremos un río vivo y natural”, apostilló.

Con ello, Álvarez defendió que se mejorará la autodepuración de las aguas y la diversidad, y se recuperará el paisaje y las zonas de baño. “Necesitamos el fin del trasvase y que el Tajo vuelva a sus regímenes de caudales dignos”, concluyó.