Los musulmanes afirman que sus derechos quedan “desamparados” en los rituales funerarios

- Reclaman cementerios propios

MADRID
SERVIMEDIA

La comunidad musulmana española reitera el incumplimiento de los acuerdos de 1992 rubricados por representantes de esta confesión con el Estado y sostiene que sus miembros sufren discriminaciones en diversos ámbitos, como el educativo, la alimentación 'halal' en los colegios públicos (conforme a las normas del islam) y los cementerios.

En declaraciones a Servimedia, la presidenta de la Junta Islámica y vicepresidenta de la Comisión Islámica de España, Isabel Romero, insistió en la necesidad de que la ley de libertad religiosa contemple la reivindicación de cementerios musulmanes, pues en este apartado, como en el educativo, “todo está sujeto al personalismo, a la valoración de la persona que le toca tomar una decisión” y que tenga o no “la sensibilidad”.

“En realidad el peso y el valor del acuerdo de cooperación al hacerse efectivo es ninguno y por lo tanto los derechos quedan desamparados”, aseveró, denunciando que “prácticamente no se ha avanzado nada” en libertad religiosa en la legislatura que concluye.

Según la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIE), la aspiración de la comunidad musulmana española (que ronda los dos millones de personas) es contar con un cementerio en cada comunidad autónoma. Así lo dijo a Servimedia el presidente de la Unión, Riay Tatary, que recordó que esta entidad está negociando para adquirir esos derechos en autonomías como Extremadura y Galicia.

Tatary enumeró que existen cementerios musulmanes en Andalucía, Valencia, Zaragoza, Barcelona y Canarias, pero que son insuficientes para cubrir las necesidades de la población. Sólo en Madrid, el cementerio musulmán de Griñón, supera las 100 ceremonias fúnebres al año, con lo que “a ese rimo” se colapsará en un par de años.

ENTIERROS ‘A LA ESPAÑOLA’

El director de cultura del Centro Cultural Islámico de Madrid, Sami El Mushtawi, explicó a Servimedia que por las instalaciones de la Mezquita de la M-30 de Madrid, donde se encuentra este centro cultural, pasan difuntos musulmanes “casi a diario”. El Mushtawi explicó que en los países de mayoría musulmana, tras un “lavado ritual”, el cuerpo se deposita directamente en la tierra, amortajado con tres telas en el caso de los varones y “a veces cinco” para la mujer.

Posteriormente, se realiza una oración fúnebre en la mezquita o en un recinto afín y pasa a llevarse al cementerio, donde se entierra el cadáver orientado a La Meca. Por ello, el ataúd es un instrumento “portátil” que puede usarse en varias ocasiones, ya que no se entierra.

En España, matiza el responsable cultural del Centro Islámico de Madrid, los sepelios de musulmanes “se ajustan a las reglas” y, por ejemplo, se entierran con ataúd. La ceremonia mortuoria concluye en el cementerio con una oración posterior, “con ruegos a Dios por parte de las personas que van al entierro”.

Según la costumbre del islam, en los países donde esta confesión es mayoría, concretó El Mushtawi, una vez obtenido el certificado de defunción, “se apura el entierro”, y se produce “de inmediato”, hasta el punto de que “en dos horas” tras el fallecimiento los restos ya pueden estar enterrados.

En España este tiempo está “ajustado a la regla” de esperar 24 horas, aunque “el Profeta dice que debe ser rápido para no alargar el dolor a las personas”, subrayó.

La Mezquita de la M-30 de Madrid colabora con una empresa especializada en este tipo de servicios y dispone de un lugar donde “trabajadores especializados” lavan y amortajan a los muertos.

(SERVIMEDIA)
31 Oct 2015
AHP/gja