Garzón repartió propaganda electoral este viernes en Sol, en pleno centro de Madrid, y aseguró ante los medios de comunicación que el grupo parlamentario está "al alcance" y para conseguirlo "cada voto cuenta". Ve posible tener un grupo "cohesionado, fuerte, de izquierdas, que se determinante" en un Parlamento que será, previsiblemente, el más fragmentado desde 1978.

Considera que ya se ha cumplido el objetivo de haber roto "un guión de campaña que estaba escrito para cuatro partidos", y por eso mismo cree que el resultado del domingo puede romper las encuestas.

Ha sido una campaña "muy intensa, verdaderamente entusiasmante", dijo, "llena de emoción", en la que su candidatura ha ido "a más" y los últimos días incluso los aforos se han visto desbordados y mucha gente se ha quedado fuera de los actos.

Garzón ha participado en más de veinte actos de los más de mil que ha planificado Izquierda Unida, y cree que ha conseguido "convencer a mucha gente" de que es necesaria una salida a la crisis "por la izquierda", con las propuestas que él defiende y que han sido abandonadas por quienes han optado por buscar a su electorado más al centro.

En la recta final, con un gran acto aún pendiente para cerrar la campaña, Garzón busca "arrancar todos los votos posibles" para asegurar ese objetivo de grupo parlamentario. Cualquier aproximación después de las elecciones, afirmó, pasará por "programa, programa, programa".