Andalucía. 211.000 euros para la familia de un paciente que murió de infarto sin atención médica

- Según la Asociación El Defensor del Paciente, no se valoró un electro que señalaba "infarto agudo de miocardio"

MADRID
SERVIMEDIA

El Servicio Andaluz de Salud (SAS) ha indemnizado con 211.000 euros a los familiares de un paciente que falleció de un infarto de miocardio sin recibir atención médica. Según informó este viernes la Asociación El Defensor del Paciente, los médicos no valoraron un electrocardiograma que señalaba reiteradamente "infarto agudo de miocardio".

El SAS ha estimado la reclamación interpuesta por un abogado de la citada asociación en representación de la familia del fallecido, que dejó viuda y tres hijos, uno de ellos menor de edad.

En su resolución, el SAS señala que "el paciente fue diagnosticado erróneamente, no habiéndose aplicado las medidas de precaución y tratamiento según protocolo de urgencia ante infarto agudo de miocardio", informa la citada asociación.

Los hechos ocurrieron en octubre de 2007, cuando J.L.M. comenzó a experimentar un dolor intenso y repentino de espalda y pecho acompañado de sudoración y sensación de debilidad, por lo que acudió al Centro de Salud de Santa Fe (Granada), donde fue atendido por el médico de cabecera.

Tras auscultarle, tomarle la tensión arterial y realizarle un electrocardiograma (ECG), el paciente fue dado de alta domiciliaria pese a que los síntomas iniciales no habían remitido, por considerar que sólo presentaba un cuadro de ansiedad. Sin embargo, el resultado del electrocardiograma era "infarto agudo de miocardio", aspecto que pasó desapercibido para el personal sanitario.

Como consecuencia de ello, el paciente abandonó el centro sin recibir el tratamiento urgente e indispensable que necesitaba. Una vez en su domicilio, J.L.M. decidió descansar en el sofá, y, en un momento dado, leyó el resultado del ECG, que detallaba infarto, y tras incorporarse del sofá para sentarse, su hija y esposa presenciaron cómo caía del sofá al suelo, quedando inconsciente.

Según la Asociación El Defensor del Paciente, la familia avisó inmediatamente al 061 y, además, la hija se dirigió corriendo al Centro de Salud tras intentar, sin éxito, contactar por teléfono. Allí pidió al médico que había atendido a su padre que fueran a auxiliarle, a lo que se negó alegando que no podía dejar sólo el Centro de Salud.

Cuando volvió a su domicilio, ya habían llegado los servicios de emergencia, que, tras intentar sin éxito la reanimación del enfermo, sólo pudieron certificar su muerte.

Por todo ello, el SAS ha aceptado que los síntomas y el resultado del electro eran pruebas sufientes para iniciar con urgencia protocolo de actuación frente al infarto agudo de miocardio, y ha reconocido su responsabilidad y aceptado la reclamación de la familia del fallecido.

(SERVIMEDIA)
12 Mar 2010
NLV/caa